Ayer, en la mesa de un bar, surgió la necesidad de realizar un hilo sobre esto y a ello me voy a dedicar. Señoras y señores, este hilo tratará sobre la mejor serie animada de todos los tiempos: Animaniacs 
Animaniacs trataba sobre los tres hermanos Warner (Yakko, Wakko y Dott), tres individuos delirantes, inestables (mentalmente hablando) que vivían por y para hacer destrozos en el mundo, pero más precisamente en los estudios Warner
Dada su inestabilidad era necesario controlarlos y el encargado de dicha actividad fue Ralph, el guardia de seguridad de los estudios, que nunca logró atrapar con efectividad a los hermanos Warner
El que están viendo en imágenes es el señor Tadeo Plotz, director de los estudios Warner y víctima (directa o indirectamente) de los Yakko, Wakko y Dott
Tal fue la desesperación en los estudios Warner que se contrato al Dr. Rascahuele (psiquiatra) para poder entender y analizar a los hermanos. Si habrá fracasado el doctor que ni siquiera llegó a descubrir que clase de animales eran Yakko, Wakko y Dott.
Lo único (o la única) que lograba algo parecido al control sobre los hermanos (no así sobre la hermana) era la enfermera del estudio, quien era saludada por los hermanos al grito unísono de "¡Hola enfermera!" (Si no lo leíste con su voz podés retirarte)
Los hermanos Warner lograron interferir en la vida de muchas figuras reconocidas. A saber: Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci, Einstein (foto), Prince, entre otros.
Más allá de los hermanos Warner, la serie se desarrollaba en torno a otra serie de personajes (desde mi punto de vista mucho mejores que Yakko, Wakko y Dott) y en ellos nos adentraremos.
En primer lugar no puede nombrarse a otros que no sean Pinky y Cerebro. Dos ratones de laboratorio (uno genio y el otro no cuerdo) que todas las noches hacen lo mismo: tratar de conquistar al mundo.
Mis favoritos, fueron sin duda Botones y Mandy. Una niña que se escaba de su madre y su perro lograba (llevándose lo peor de cada jugada) salvarle la vida a cada instante. Vale recordar que Mandy se refirió siempre a su madre como "Señora" y a Botones como "Perro tonto"
Skippy y Slappy eran dos ardillas. Slappy, tía de Skippy, era una vieja gruñona, soreta y mala leche que resolvía todo con extremada violencia
Los palomos emplumados, era otro segmento en el que participaban tres de estas aves: uno extremadamente violento, otro insoportablemente insoportable y otro completamente indiferente.
Rita y Runt. Una gata y un perro callejeros que eran grandes amigos (Nota personal: siempre los re shipeé y mi sueño es que terminaran juntos)
Katie Kaboom era un adolescente como cualquier otra, salvando la diferencia de que cuando se enojaba o molestaba se metamorfoseaba, dijera Arjona, y terminaba por explotar
Había otro personaje, un gallo gigante que se vestía de humano para confundir a las personas. Usaba disfraces, quería ser humano, pero no era hombre, era Kikiriboo
El mejor crossover de la historia no fue la pavada esa de Infinity War, fue el día que Katie Kaboom fue novia de Kikiriboo.
Flavio y Marita eran dos hipopótamos, ricos, muy enamorados que se mudaron de la selva y vivían en un pent house. Solo voy a decir una cosa más: su canción es lo más
Minerva Mink era la Jessica Rabitt de los Animaniacs. Usaba su poder hipnótico con el género masculino en su favor. (Nota del autor: Minerva Mink me caía para el orto)
En La hora del mimo, aparecía él: el mimo. Su particularidad: salir herido y lastimado a cada momento.
Pero la figura indiscutida de Animaniacs era el señor de El momento de buena idea y mala idea. Si no sabés de lo que hablo anda y buscalo en YouTube. Tu vida está albergando un vacío inmenso.
Era tan genio que debo dedicarle dos tuits en este hilo. El señor esqueleto te enseñaba de una forma muy didáctica la diferencia entre algo que era una buena idea y lo que era todo lo contrario.
La serie terminó pero tras ella surgieron dos series: "Pinky & Cerebro" y "Pinky, Elmyra & Cerebro" (donde apareció mi personaje favorito: Patty Ann); además de una película (El deseo de Wakko) que con un argumento extraño le pone punto final a la serie.
¡Gracias, Steven Spielberg, por regalarnos Animaniacs y, con ello, una infancia genial!
