El agente le pregunta si estas discusiones son habituales. No agresiones. Discusiones.
Lo dice con esas palabras.
Él insiste en llamarlo "discusiones" incluso después de que ella utilice la palabra agresión.
Así que ella lo había agarrado del cuello y lo había estampado contra la pared.
Cuando sale de la ambulancia, le dicen que se vaya a la habitación a descansar tranquila.
El agente dice que vale, que ellos la llevan.
El agente sugiere que sea el propio novio quien vaya a buscar la maleta, y la psicóloga contesta que no, por Dios.
La psicóloga insiste: que no se vean.
El agente responde: no me meto.
Y ahí acaba la intervención policial.
Los agentes insisten en saber si hace falta sutura, porque en ese caso hay delito de lesiones y deben detener.