El problema es que más allá de lo que yo escriba sabéis que esto se ha ido de madre y sólo hacía falta que alguien encendiera la cerilla para que todo explosionara. Pero a nadie le daba la gana quemarse.
Vista la valentía de los líderes de la izquierda para encarar este despropósito es a donde vamos.
Hay memoria. Pasaremos la nota.