#CCS451 | Ahí está ella, la sultana de El Ávila, imponente, pero a la vez silenciosa. Se encierra entre la nostalgia de lo que fue, en el anhelo de lo que será y en la oscura hora que la hace vulnerable y temida. Es una casa; la casa que muchos quisieran tener. 
Es una mezcla de paredes verdes que la protegen y decoran, de techos que alguna vez fueron rojos, de edificios que, entre sombras y modernidad, le dan aliento de ciudad. También es una mezcla de realidades, de encuentros y desencuentros, incluso de despedidas; muchas despedidas.
Pero también es tristeza y sangre, es violencia y dolor, acompañados de tinieblas y de abandono.
En algún momento la llamaron la sucursal del cielo, en perfecta combinación con esa Venezuela que la vivió. Esa es nuestra capital, la que queremos y extrañamos a la vez.
En algún momento la llamaron la sucursal del cielo, en perfecta combinación con esa Venezuela que la vivió. Esa es nuestra capital, la que queremos y extrañamos a la vez.
Es la ciudad que hoy tenemos y la que debemos cambiar. Ella es Caracas, nuestra Caracas. Son 451 años, que hoy no son felices, pero que albergan la esperanza de que pronto lo serán, sin maltrato y en libertad.
#CCS451.
#CCS451.
