Hoy ha 214 años, los madrileños despertaron al suave traqueteo de muebles y oscilación de arañas. La Gaceta lo dejó plasmado en su siguiente edición. No lo sabían, -pero intuían- un gran sismo lejano. Esta es la historia del gran terremoto de la Alpujarra almeriense de 1804. 
En aquellos tiempos anteriores al telégrafo, las cartas tardaban días en recorrer el país, pero en los siguientes, 'Las efemérides de España' iría publicando las novedades que llegaban del sur: se había sentido por Andalucía y Castilla:
Y de Granada llegan novedades más preocupantes: hay daños a edificios y una mujer (y su hijo nonato) muerta al ser alcanzada por el desprendimiento de una cornisa. Se iba cumpliendo el recelo que ese temblor matutino instigó hace unos días a las gobernadores de la Corte.
El afamado naturalista y botánico Juan de Rojas, de campaña por el Reino de Granada, dejó esto escrito en su diario, estando algo al sur de la ciudad de Granada:
Pero no es hasta los primeros días de septiembre que llegan noticias de la ciudad de Almería, escritas dos días después de la catástrofe, describiendo una ciudad en caos, con terribles novedades llegando de sus pueblos del poniente:
Hace 10 años, el arqueólogo de la Alcazaba de Almería me habló de un dossier en el archivo histórico nacional que hablaba del detalle de estos sucesos, y en 2007 empecé en mis ratos libres la labor farragosa de transcribir la paleoescritura para conocer la historia de ese sismo.
Este es el expediente consultivo realizado en 1804 para recopilar en varios cientos de páginas toda la información sobre daños y víctimas que dejó el terremoto. Gracias a él sabemos hoy mucho acerca de ese terremoto.
La Alpujarra devastada por el sismo de 1804: valores de intensidad EMS98. Destruyó Berja y Dalías y causó daños importantes entre Almería capital por el levante, hasta Motril por el poniente y por el interior a los pueblos de la Alpujarra granadina. Mató a más de 400 personas.
La información es muy detallada, conservamos de Almería capital, por ejemplo, todas las periciales hechas por los maestros de obra para reparar las viviendas del barrio de San Pedro, que nos permite recrear el tipo de daño sufrido:
Y evaluar los grados de daño por tipología constructiva que nos permite determinar una intensidad macrosísmica 7 (EMS98)
En Adra, por ejemplo, donde hay mucha mayor incidencia de daño, la intensidad macrosísmica es 8:
Y en Berja, donde la mitad de las edificaciones son derribadas por el sismo, (daños de grado 4 o 5), la intensidad es 9. En Berja fallecen 40 personas. En la vecina Dalías fallecen 253.
Y sabemos el detalle de sismos sentidos ¿Y que huellas quedan hoy de este evento aciago de hace más de dos siglos? Hay muchas huellas arqueosismológicas y edificios nuevos reemplazando a los perdidos durante el terremoto. En esta segunda parte del hilo menciono algunas.
La mayoría de grietas que presenta la Catedral de Almería (que a su vez debe su construcción al perderse la mezquita mayor convertida en catedral en el terremoto de 1522) son del terremoto de 1804. Recordemos que este terremoto tiró al suelo todas las estatuas de sus nichos
La iglesia de Dalías es de obra nueva, reemplazando al templo anterior que quedó totalmente destruido. El nuevo templo se edificó con torres bajas y chatas, una de las primeras medidas sismorresistentes en España.
La ermita de Dalías, muy antiguo oratorio almohade hispanomusulmán realizado con tabiyya (tapial) y reconvertido en ermita cristiana tiene su torre y espadaña desmochada por el terremoto de 1804.
Las casas de Dalías que presentan remiendas en mampostería sobre tapial son del terremoto de 1804.
El chapitel de la iglesia de Turón fue reconstruida al perderse el original en 1804
Todas las torres de las iglesias que sobreviven presentan daños por 1804, como la de Darrícal
Un poco a mi derecha se ven los restos de tapiales del barrio abandonado que quedó destruido por la caida de grandes bloques, tapando el único camino de acceso
La torre del Puntalón en Melicena es del terremoto de 1804
Y los daños al castillo moro de Juliana (Ugíjar)
Entre Alcolea y Bayárcal hay un poblado abandonado por el terremoto de 1804, se llama Inízar. un buen día de campo encontrarlo y explorar sus restos, ponedlo en pendientes:
Tiene dovelas desplazadas y otros daños clásicos por sismo:
No creo que soportéis mucho más así que acabo con alguna recreación: El capitán de fragata anclado en Calahonda escribe diciendo que era imposible ver la costa por las gigantescas nubes de polvo levantadas por los derrumbamientos costeros durante el terremoto. ¡Abrazos!
