Va hilo:
Ocurrió un 23 de Octubre de 1956. Tal día como hoy hace 62 años se convoca una manifestación en Budapest en solidaridad con los cambios realizados en la Polonia de Gomulka. Preso de nervios, Ernö Gerö, secretario general del PTH llamaba “canallas” a los manifestantes.
Ocurrió un 23 de Octubre de 1956. Tal día como hoy hace 62 años se convoca una manifestación en Budapest en solidaridad con los cambios realizados en la Polonia de Gomulka. Preso de nervios, Ernö Gerö, secretario general del PTH llamaba “canallas” a los manifestantes.
La muchedumbre se alzó enfervorizada con el objetivo de ocupar radios y medios de comunicación. Y la policía política, la AVH, comenzó a disparar contra los manifestantes a las 21:00. Una batalla que desencadenó una respuesta popular masiva. Había comenzado la revolución húngara.
Un día antes el Honved partió hacia Bilbao con intención de disputar el partido de ida de los octavos de final de la Copa de Europa. 26 hombres integraban una expedición a la que la revolución pilló en nuestro país, por el cual organizaron una gira disputando encuentros amistosos
El partido de vuelta de Copa Europa se disputó en Bruselas el 20 de Diciembre y terminó con la eliminación del Honved por parte de los bilbaínos. La gira de los húngaros terminaba en Enero cuando la policía húngara detenía a las mujeres de cuatro futbolistas. Algunos regresaron.
Acababa de esta manera también la leyenda de los magiares mágicos, aquella mítica selección integrada por los Puskas, Czibor o Kocsis, ya que la mayor parte de ellos jugaban en aquel Honved y tras el arrebato revolucionario decidieron no volver y abandonar la selección.
Un mes después del estallido de la revolución, esta fracasó. Un joven futbolista llamado József Tóth-Zele cogió entonces su moto junto a un amigo camino de Györ. De allí partieron a Viena donde fueron apresados en un campo de refugiados en las afueras de la capital austriaca.
Precisamente en Viena semanas antes había tenido lugar la primera “santiaguina” de Santiago Bernabéu a sus jugadores en el vestuario: “¡Mujerzuelas! ¿Qué hacen ahí, lloriqueando? ¡Me da vergüenza verles, pero más vergüenza me ha dado verles ahí fuera!”
Tóth llamó la atención de un ojeador francés, que le fichó para el Grenoble. De ahí al Red Star de París. Y entonces surge la figura de Peter Ilku Kampfl, un húngaro que jugaba en el Atlético hasta que en el km.18 de la N-2 estrelló su coche contra un árbol. Sobrevivió, eso si.
Peter recomendó al Atlético fichar a József. Y así fue. Pero este venía con el tobillo maltrecho y nunca llegó a recuperarse, por lo que se hizo entrenador aprovechando que Kubala era el profesor de táctica en el curso. Y al acabar, firmó por el Moscardó de Usera.
De ahí al Real Madrid en 1970 como entrenador de categorías inferiores y ojeador, donde descubrió en Cieza a un joven Camacho y poco después a Butragueño. Entrenando al Marino de Tenerife también descubrió a un chico llamado Sandro. Fue la primera temporada de Tóth en 2B.
Un año que terminó en destitución tras 18 partidos con el equipo en posiciones de descenso a Tercera. Era la temporada 89/90. A Tóth-Zele le condenó un 1-1 frente al Marbella de Kresic tras haber caído 15 días antes 0-4 frente al Albacete de Floro, a la postre campeón de grupo.
Tóth-Zele firmó por el Tomelloso, donde también fue destituido tras 12 jornadas, no sin antes recordar en una rueda de prensa previa a un partido que él miedo no tenía a nada, ya que había combatido fusil en mano contra tanques rusos en el 56.
Un día como hoy. Ahí es nada.
Un día como hoy. Ahí es nada.
Fue condecorado en 2011 con la Orden del Mérito de Hungría. Y tras combatir fusil en mano contra tanques soviéticos pasó a “El gato al agua” en Intereconomía. Ahí es nada también. Igual en Tomelloso no se estaba tan mal.
