#hilojpartej Tal día como hoy hace 73 años un Sea Vampire aterrizaba en el HMS Ocean, convirtiéndose en el primer reactor que aterrizaba en un portaaviones. Toca hablar del piloto que lo consiguió, Eric "Winkle" Brown. Su vida no es que de para una película, da para una serie. 
Eric nació en Escocia en 1919. El comienzo de la WWII le pilló siendo piloto de la flota embarcado en el HMS Audacity pilotando un Martlet. Un pequeño portaaviones que se dedicaba a escoltar convoyes en ruta a Gibraltar.
Derribo dos Condor durante aquella época.
El 21 de Diciembre el Audacity fue torpedeado por un submarino alemán que le mandó al fondo del mar. Eric paso toda la noche en el agua y cuando fue rescatado estaba a punto de morir de hipotermia.
Tras recuperarse volvió al servicio y al año siguiente paso a ser piloto de pruebas, función que ya no abandonaría y que le hizo acumular multitud de marcas espectaculares. A lo largo de su vida pilotaría la increible cifra de 487 tipos de aparatos diferentes.
Voló prácticamente todos los aviones tanto aliados como los del eje. Su secreto era un concienzudo estudio previo e incluso multitud de entrevistas con pilotos prisioneros.
Acabando la guerra su labor se multiplicaba volando todo lo que caía en manos aliadas. En una ocasión al final de la guerra aterrizó en una base alemana pensando que ya había sido conquistada. No lo había sido y tras entrevistarse con el jefe de la base, este se rindió.
De allí volvió volando en un reactor Arado Ar-234 tras unas pequeñas indicaciones de un piloto alemán.
Fue el único piloto aliado en hacer un vuelo operacional en un Comet. Cada vuelo en aquel avión implicaba un riesgo altísimo para el piloto.
Tras volar unas cuantas veces en el Me-262, reconocería que fue el avión mas sobresaliente de toda la guerra.
Se estrelló 11 veces a lo largo de su carrera. El comentaba que su escasa estatura jugaba a su favor cuando eso ocurría. Intentaba pegarsela con las piernas recogidas para evitar fracturas graves.
Voló 13 versiones del Spitfire y ayudó a desarrollar el Seafire. Aunque en el cómputo total de los aviones probados solo le cuente como un modelo.
Al acabar la guerra también le tocó interrogar a altos cargos nazis debido a que hablaba el alemán perfectamente. Así entrevistaría a Goring y a Irma Grese supervisora en Auschwitz, de la que diría que era el peor ser humano que había visto nunca.
Tras la guerra aprendería a pilotar helicopteros ( y volaria casí todos ). En la posguerra viajó a EEUU para explicar el concepto de las catapultas y las cubiertas de los portaaviones en ángulo. 2 inventos británicos que pronto adoptarían los americanos.
Seguiría inmerso en todos los desarrollos aeronáuticos británicos hasta su retirada en los años 70. Desde su retiro nadie ha sido capaz de arrebatarle otro de sus récords, haber aterrizado 2407 veces en la cubierta de un portaaviones.
Tiene varios libros publicados sobre sus experiencias.
Murió el el 21 de febrero de 2016 a los 97 años.
Y hasta aquí el hilo de hoy sobre la increible vida de este piloto. Que os guste.
Por cierto que es un Komet Me163, antes he metido la pata. ( no un comet, el corrector...)
