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🇷🇼 Se cumplen 25 años del inicio del Genocidio de #Ruanda, considerado una de las mayores masacres de la historia reciente en la que fueron asesinados alrededor de 800.000 tutsis y hutus moderados en apenas 100 días. Os contamos más en este hilo ⬇ 
Para comprender el genocidio es necesario estudiar la historia en todo su conjunto y analizar los diferentes acontecimientos que tuvieron lugar a nivel regional e internacional. Existen numerosos mitos entorno a la clasificación étnica, el origen del conflicto y sus consecuencias
Los hutus (etnia bantú) llegaron a #Ruanda en el siglo VI, donde ya residían los twa (pigmeos) desde hacía 1000 años. Posteriormente, los tutsis, etnia nilótica procedente del norte, llegaron en el siglo XV. Los tutsis pronto instalaron su hegemonía mediante la dinastía nyiginya.
Durante el reinado de Kigeli IV Rwabugiri (1853-1895) hubo un proceso de polarización étnica, dado que este introdujo prácticas de servidumbre de las que los tutsis quedaron exentos como la "uburetwa", que consistía en la obligación de trabajar gratis un día por semana.
Por tanto, la división étnica ya existía antes de la llegada de los colonizadores. No obstante, los belgas se apoyaron en esta división para gobernar el país, reforzando la posición de la dinastía Nyiginya y la aristocracia tutsi, profundizando así la división entre ambos grupos.
No fue hasta finales de la década de los 50 que Bélgica sucumbió a la presión de la ONU y apoyó la revolución hutu que estalló en 1959 y depuso al monarca. Cientos tutsis fueron asesinados y alrededor de 150.00 huyeron a Uganda, donde la realeza Nyiginya tenía vínculos históricos
En 1961 se realizó, gracias a la presión de la ONU, un referéndum sobre la jefatura del Estado en el que un 80% de los votantes rechazó el regreso de la monarquía tutsi. Finalmente, en 1962 #Ruanda logró la independencia y se adoptó una nueva constitución.
El primer presidente de la #Ruanda independiente fue Grégoire Kayibanda que ganó las elecciones de 1965 y 1969 y logró un cierto progreso. Kayibanda fue depuesto en un golpe de Estado en 1973 liderado por el militar hutu y ministro de defensa, Juvenal Habyarimanna.
Los casos de corrupción debilitaron a Kayibanda. Pero la principal causa del golpe de Estado fue el genocidio que tuvo lugar en Burundi contra los hutus en 1972. Más de 200.000 hutus fueron asesinados a manos del ejército tutsi, lo cual produjo reacciones anti-tutsis en #Ruanda.
Más de 100.000 hutus huyeron a los países vecinos, incluida Ruanda, donde contaron a la población local lo sucedido. Sin embargo, contra todo pronóstico, Habyarimanna logró una cierta estabilidad en el país y una pacificación entre las etnias y muchos tutsis exiliados regresaron.
Con el paso de los años el poder se fue concentrando en manos de los hutus del norte de #Ruanda, región de donde procedía Habyarimanna. Por otra parte, Francia pronto se estableció como el principal aliado del nuevo gobierno e incrementó su ayuda financiera, diplomática y militar
La estabilidad del país no duró mucho. En 1989 los precios del café (principal exportación de #Ruanda) cayeron un 50%, arruinando a muchos agricultores. Además, el FMI y el Banco Mundial obligaron al gobierno a aplicar un Plan de Ajuste Estructural que acabó de hundir la economía
En 1990, el Frente Patriótico Ruandés (FPR), liderado por Paul Kagame, invadió #Ruanda para derrocar al gobierno de Habyarimana, dando comienzo a la Guerra Civil Ruandesa (1990-1994). Los integrantes del FPR eran parte de la población tutsi que seguía todavía exiliada desde 1959.
Paul Kagame había participado junto con otros exiliados tutsis en la llegada al poder de Yoweri Museveni en Uganda en 1986. Además, #Kagame había recibido entrenamiento militar en la base militar de Fort Leavenworth (Estados Unidos).
Durante la guerra civil (1990-1994), el FPR de Kagame estuvo apoyado fuertemente por la Uganda de Museveni, que recibía cuantiosas ayudas de Gran Bretaña y EEUU. Por su parte, el gobierno ruandés estuvo apoyado principalmente por Francia, además de Bélgica y el Zaire de Mobutu.
La incursión del FPR en 1990 y su derrota en la guerra abierta ante las Fuerzas Armadas Ruandesas (FAR) dio comienzo a una guerra de guerrillas operada desde Uganda que generó casi 1 millón de desplazados hacia el sur del país, que serían caldo de cultivo para el extremismo hutu
Aunque el FPR se presentaba como una alternativa multiétnica al gobierno de Habyarimana al que acusaba de nepotismo, corrupción y violaciones de derechos humanos, muchos percibían la invasión del FPR como una tentativa de los refugiados tutsis de regresar por la fuerza.
