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*******Un tuit para embustir*******
(1/12) Queda razonar e insistir en que el único propósito digno para lograr la libertad de Venezuela es romper con todo un sistema político criminal y totalitario que no se acota solo en la nomenclatura chavista
(1/12) Queda razonar e insistir en que el único propósito digno para lograr la libertad de Venezuela es romper con todo un sistema político criminal y totalitario que no se acota solo en la nomenclatura chavista
(2/12) ¿Qué individuo de razón desea la guerra como centro de elección o preferencia para vivir la política? Parafraseando a Hannah Arendt, no hace falta *comprender* la guerra para saber que vivimos ya en una. 
(3/12) No hacen falta campos llenos de armas y tanquetas o cielos llenos de estremecedores y destructivos misiles aéreos, para vivir aterrados sin garantía mínima de poder suplir nuestras más básicas y elementales necesidades.
(4/12) No hay que tener una estética convencional de la guerra, para sentir que vivimos en el abismo que anuncia permanente un final. Quizás el de cada vida, quizás el de una concepción... el de toda una nación.
(5/12) Basta solo ser consciente sobre lo que conversamos. No es baladí que nuestras pláticas estén llenas de historias sobre los inmigrantes europeos en Venezuela. Sobre sus miedos y métodos de sobrevivencia.
(6/12) Que nuestras principales lecturas y relecturas sean sobre la Segunda Guerra Mundial, el nazismo y los horrores del comunismo. Hemos transformado nuestros hogares en búnkeres. Vivimos almacenando y alargando lo poco que conseguimos de comida, alimentos, velas, agua.
(7/12) Vivimos esperando el estallido, la oscuridad perenne y la desolación del arrase. ¿Es esto desear la guerra? Pensarlo siquiera es una humillación, es la indiferencia de la arrogancia.
(8/12) Qué individuo decente puede siquiera pensar ello, y peor aún, justificar que el deseo de la guerra sea un recurso de contienda política. ¿Qué hay de política en un sistema que se apalanca en la violencia y el terror?
(9/12) ¿Quién puede pensar en un proceso electoral en medio de esta penuria que lleva muerte y destrucción a cada esquina?
(10/12) Justo me encontré con un libro que hoy me ocupa por la conexión de lo que vivimos:
(11/12) De este libro, les dejo el siguiente párrafo para que reflexionemos en qué lugar de nuestra psique cabe pensar en elecciones; en cuál emoción de nuestra golpeada existencia ubicamos las preferencias electoreras.⤵️
(12/12) Qué venezolano, qué alma anhelante de una vida digna y libre puede desear candidatos y sus campañas en esta Venezuela abatida por las mafias; y aún menos, asomar la posibilidad de que un criminal sea el mejor contendor. Esto es un asqueroso despropósito.
