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Voy a contar por qué es una mala idea abrir el debate sobre la educación concertada en las redes y especialmente nefasto en campaña electoral. Y si tan malo es ¿por qué este hilo? Todo tiene explicación ⬇️⬇️
La escuela concertada es un mal invento. Centros privados sostenidos con fondos públicos: ¿qué puede salir mal? Lo que fue un parche para solucionar un problema logístico de falta de plazas acabaría siendo un mal endémico de nuestro sistema educativo.
Aunque la ley dice que el sistema público y el concertado se deben regir por las mismas normas y principios, todos sabemos que eso solo ocurre en algunos casos, honrosas excepciones en un panorama general muy distinto, del que dan cuenta las estadísticas (no es una opinión).
Podéis encontrar datos suficientes del desigual reparto del alumnado con necesidades educativas, o del alumnado de compensatoria o de los inmigrantes sin recursos... No voy a enlazar los informes ni las noticias, así que cada cual se documente por su cuenta de esta evidencia.
Tampoco voy a entrar en el sangrante asunto de las cuotas voluntarias que no lo son, pues se pueden hallar incluso sentencias al respecto que demuestran que suponen una financiación paralela ilegal.
Por último, dejo de lado la confesionalidad de la mayoría de centros concertados, algo que no encaja en la condición de estado no confesional que ampara la escuela pública, aunque ya he dicho que eso de privado con fondos públicos es mal asunto.
Pero ¿por qué no podemos debatir de esto en las redes? Porque hablar de un mal sistema se convierte en hablar mal de personas, las que lo sostienen, las que lo gestionan, las que trabajan en él, las que lo fomentan…
Y en eso corremos muchos riesgos, porque no todos tienen la culpa de que sea un mal sistema. Por ejemplo, los docentes de la concertada son, por lo general, buenos profesionales, igual que los de la pública.
Que no hayan pasado el filtro de la oposición no quiere decir que sean ni mejores ni peores. Tampoco muchos interinos de la pública lo han superado. Y bastantes funcionarios de carrera sorprendentemente lo han pasado.
También hay centros concertados que se mantienen dentro de la ley con escrupulosa integridad, bien sea porque creen de verdad en la educación inclusiva o bien porque en el ámbito en el que se encuentran hay buena supervisión.
Y llegamos a un tema complejo: ¿de quién es la culpa de que ciertos centros concertados filtren al alumnado de manera ilegal? ¿Quién no está haciendo bien su labor? ¿El centro, la inspección, el municipio...?
Demasiadas manos gestionando dinero público en negocios privados. ¿Qué puede salir mal? Todo, como estamos viendo. Porque hay municipios e inspecciones que no supervisan y eso da carta blanca al fraude o cuanto menos al descontrol.
Y en todo este debate nunca se entra en la cuestión de fondo: cui prodest? ¿A quién beneficia que exista una red paralela a la pública que selecciona al alumnado? Investiguen y encontrarán quién está detrás del negocio de la educación concertada.
¿Que hay centros concertados que hacen una magnífica labor sin hacer trampas? Claro que sí, faltaría más, pero eso no implica que el sistema sea perverso. Si hay un modelo público, se debe apostar porque sea de calidad y no excluyente.
Por eso el debate en redes no va a ningún lado, porque acabaremos todos discutiendo en el ámbito de lo personal, de los casos concretos, de lo que vemos y no vemos, mientras queda fuera el verdadero fracaso de fondo…
El fracaso que supone no haber configurado en 40 años una red pública de calidad que haga innecesarios los centros concertados. Y no se ha hecho porque tampoco hay voluntad de arreglar este desaguisado.
No hay voluntad política porque hablar de esto en campaña acaba dando o quitando votos, especialmente en las clases medias que nutren los centros concertados, unas clases medias que en muchos casos buscan en la concertada un refugio lleno de prejuicios.
Hablar de esto, además, acaba enfadando a los docentes, a todos, porque nos lanzamos acusaciones de falta de profesionalidad, de nepotismo, de marginación, de comodidad… Ataques que los hacen enrocarse en posiciones políticas enfrentadas, sin pensar ya en la educación.
Y algunos partidos políticos mientras tanto, en lugar de buscar soluciones a largo plazo, como integrar, asimilar o diluir progresivamente la escuela concertada en el sistema público, se dedican a encender más la hoguera del conflicto.
De modo que con cualquier debate sobre escuela concertada, al final lo único que se consigue es polarizar de nuevo a los docentes y a la comunidad educativa en posiciones irreconciliables. Y ya veis adónde conduce ese extremismo.
Ojalá un pacto de estado saque del debate político todos estos temas, aunque no tengo la mínima esperanza actualmente, ya que los programas que he leído solo apuestan por medidas a corto plazo, medidas ineficaces o incluso antipedagógicas.
Lo que tengo claro es que este modelo híbrido de educación de doble vía permite y fomenta la manipulación política de la escuela pública en función de los intereses económicos y empresariales de quien gobierne. Y eso no es bueno.
Así que, cuanto más debate se mueva en las redes, más excusa tendrán algunos para justificar medidas irracionales, algunas de las cuales ya hemos visto o estamos viendo y que suponen la ruptura de los principios de nuestra escuela democrática e igualitaria.
Y este hilo era para mí necesario porque creo que defender esa escuela democrática, igualitaria e inclusiva no significa atacar a ninguno de mis colegas de la concertada, sino reclamar justamente el derecho de todos de participar en ella.
Porque, mientras sigan dependiendo de una empresa privada y de unas políticas educativas cambiantes, no podrán ejercer con total libertad su oficio, al margen de lo que piensen, al margen de sus creencias o ideologías.
Y este hilo era para mí necesario porque creo que en la Escuela pública caben todos, sin filtros, sin el cartel de “reservado el derecho de admisión”, y esto vale también para los docentes que piensan diferente. Gracias por llegar hasta aquí. 🔚
