Hay una lógica incontestable ahí. De no estar en juego el destino de un Estado, sería hasta poético.
El sector productivo (los empresarios) vio en este gesto de CSG un mensaje claro y prometedor sobre qué vendría después.
Es, pues, un proceso EMPOBRECEDOR.
Tan elegante como el movimiento del péndulo... antes ibas hacia allá, y ahora hacia acá, y para ellos debes pasar por el mismo lugar, sólo que en sentido inverso.
Tétrico.
Y que la gran masa no lo pueda ver, es encabronante.
Y que sea la gran masa quien primero sufra sus efectos, es medianamente justo y divertido.
Dios, qué cabronamente lógico es este pedo...
El país de 1989, endeudado, quebrado, hecho añicos, requería una narrariva X.
El país de 2019 con reservas, créditos, pujante, con inversiones de todo el mundo, se puede dar el lujo de una narrativa opuesta.
Ustedes saben quiénes son.