Thread by @jmaei_m

2 de mayo de 1860, Nankin está de fiesta.

Sus ciudadanos, que se habían revelado contra el emperador manchú durante la mayor parte de una década, habían soportado un penoso asedio durante el invierno, un asedio que finalmente habían roto los grupos rebeldes mediante una serie de maniobras temerarias y ataques inesperados

Después de muchos meses de privaciones, ahora parece haber vía libre para llevar a la ciudad los alimentos, las armas y el dinero que tanto necesita

El pueblo de Nankín alza la voz para dar gracias a su dios, aunque paradojicamente por venerarlo se han convertido en proscritos en su propio país.

Ese dios es Shang-ti, el "Señor Supremo", cuyo hijo mayor se llama Jesús y cuyo segundo hijo, según creen los rebeldes, es su propio líder, el T’ien Wang ("Rey Celestial").

La dispersión de los soldados del emperador manchú ante las murallas de Nankín, es tomada por otra señal de que el T’ien Wang ha sido enviado por Shang-ti para derrocar a la dinastía manchú y establecer el Tai-ping t’ien-kuo (el "Reino Celestial de la Gran Paz") en China.

El T’ien Wang envía un mensaje a sus principales consejeros y ayudantes, convocándolos a un inmediato consejo de guerra para determinar el futuro del gran movimiento taiping.

Una de sus ayudantes femeninas es la encargada de llevar dicho mensaje desde el suntuoso palacio amarillo.

Como regla general, los hombres taiping tienen prohibida la entrada al sanctasanctórum de su líder, que siguiendo el sagrado ejemplo de Salomón, vive solo con un grupo de concubinas.

Tras pasar de una residencia espléndida a otra, la convocatoria finalmente llega a las columnatas y bóvedas doradas del palacio del Chung Wang o "Rey Leal"

El sagaz lector ya habrá descubierto que todos los lugartenientes del T’ien Wang, aunque subordinados a él, han añadido a su título la palabra wang o "rey".

El Chung Wang ha tenido una participación decisiva en el levantamiento del reciente sitio de Nankín.

De hecho, sus considerables aptitudes militares han mantenido viva la rebelión durante varios años, y a cambio recibe honores.

Aunque en tiempos pasados había sido un pobre campesino llamado Li-Hsiu-ch’eng, ahora controla tropas de centenares de miles de hombres y posee una fortuna en plata.

Como muchos de los centenares de miles de seguidores de los taiping, el Chung Wang se ha unido a la causa rebelde no tanto por una auténtica devoción a la extraña amalgama de misticismo cristiano y chino que es el culto al T’ien Wang, como por el hastío ante la opresión manchú.

Han pasado dos siglos desde que las tribus tártaras procedentes de Manchuria habían derrocado a los Ming y establecido su propia dinastía manchú

Su gobierno había degenerado en un sistema de corrupción y represión que había sumergido a las provincias más pobres de China en un estado de rebelión casi constante.

Los jóvenes campesinos se unían a las revueltas como si fuera la conducta más natural del mundo.

En la década de 1850, mientras los taiping avanzan de provincia en provincia y se convierten en la mayor amenaza a la dominación manchú en la historia de la dinastía, el Chung Wang va escalando posiciones en las filas rebeldes.

Pero también es testigo de mortíferos conflictos entre los cabecillas taiping, de brutales medidas opresoras tomadas por los manchúes, de la entrega del T’ien Wang a una vida disoluta y de la muerte de millones de camaradas campesinos a manos de las tropas rebeldes e imperiales.

Si quieren saber más sobre la rebelión Taiping les invito a escuchar este episodio de LA @tortuliapodcast narrado por @Sebas_daSilva
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