Mack le ordenaría decirle a Keith, en la próxima caminata: haré todo lo que me pidas. Cuando se lo dijo, él le contestó que no se oía sincera, y ella contestó que no,
Raniere regresó a la noche siguiente por ella. La tomó de la mano y la llevó a una de sus casas, donde le preguntó si confiaba en él, sin importar lo que pasara.
Le pide volver a vestirse y ponerse una apretada venda sobre sus ojos. La sube a un coche y arrancan con rumbo desconocido; como a 20 o 30 minutos, calcula Nicole.
Stay tuned.
Esa noche terrible, cuando Raniere consideró que ya había sido suficiente, la bajó de la mesa y le pidió vestirse.
Esta historia continuará el lunes. Stay tuned (ora sí).