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Indigna? Sí.
Preocupa? No debería. Hay que ocuparse.
Es el único muerto en estos días? Lamentablemente no: son un chingo más.
Por qué su caso llama más la atención? Porque se volvió mediático; brincó la frontera de la IDENTIDAD, y eso genera mayor empatía.
Preocupa? No debería. Hay que ocuparse.
Es el único muerto en estos días? Lamentablemente no: son un chingo más.
Por qué su caso llama más la atención? Porque se volvió mediático; brincó la frontera de la IDENTIDAD, y eso genera mayor empatía.
El caso de Norberto debería ser abordado con mayor inteligencia que la mostrada al encasillarlo en un género, una clase social, una edad o un domicilio.
Norberto ha sido víctima, como muchos otros antes que él, de una subcultura de la violencia, alimentada por la impunidad institucional y la falta de civilidad individual. Esto debe ser abordado como lo que es: un fenómeno cultural.
En México muere gente cada día, en las mismas circunstancias que Norberto, sin que importe su ocupación, género, ingreso, domicilio o aficiones: mueren porque hay quienes consideran admisible matar a otro por dinero, y ven muy buenos chances de no ser castigados.
Para acercarnos a la solución habría que pensar más y mejor.
Limitarnos a la indignación no sirve de mucho: es catarsis barata y ya.
Preocuparnos es estéril: hay que ocuparse.
Señalar "no te vi indignarte por el muerto del día X" es sencillamente IMBÉCIL. Evítenlo.
Limitarnos a la indignación no sirve de mucho: es catarsis barata y ya.
Preocuparnos es estéril: hay que ocuparse.
Señalar "no te vi indignarte por el muerto del día X" es sencillamente IMBÉCIL. Evítenlo.
El mundo siempre está cambiando, pero cuando lo hace en forma brusca se generan crisis de seguridad: ya pasamos el umbral de un cambio así, y sus efectos más profundos están comenzando.
Para trascender a este cambio brusco vamos a tener que entender dos cosas:
1) El mundo como lo conocimos, y el ritmo al que estábamos acostumbrados, ya fueron. No van a volver. No se puede regresar.
1) El mundo como lo conocimos, y el ritmo al que estábamos acostumbrados, ya fueron. No van a volver. No se puede regresar.
2) No hay recetas para quitar este malestar. Lo que hay son nociones sencillas y milenarias que debemos desempolvar, aceitar y poner en acción con orden y paciencia.
Quien quiera brincar este charcote de sangre, prepárese para sudar.
Quien quiera brincar este charcote de sangre, prepárese para sudar.
Un tip: aléjese de los rebaños.
Aprenda a interactuar con individuos, con todos los perfiles, poniéndose al alcance y sabiendo ponerse fuera de alcance a voluntad: las primeras en pasar a la caja son las masas.
Aprenda a interactuar con individuos, con todos los perfiles, poniéndose al alcance y sabiendo ponerse fuera de alcance a voluntad: las primeras en pasar a la caja son las masas.
