Thread by @MissLadrillos

El nacanpop sub 30 experimentó los 90 en versión pindonga con el kirchnerismo: consumir, viajar, ser improductivo, hacer de los pobres un temaiken y tirarles galletitas.

De blogueros jóvenes a funcionarios gracias a la jefatura de gabinete de la narcomorsa, rocanrol. Despacho, guita, minitas. Viajar gratis con recalde en Aerolíneas para ver a la selección en Uruguay.

Cínicos o bienintencionados, la disonancia entre el discurso y esta realidad fue más o menos resuelta con las terceras marcas sociopolíticas: fútbol gratis, milanesas para todos, garrafa social, tecnópolis.

Consumo pindonga para las terceras marcas de la sociedad: los pobres. Para el nacanpop aterrizado en los despachos con nespresso y iPad, el pobre es el Otro.

Siempre recordamos el post del joven funcio k que lagrimeaba con el picnic de los pobres en el césped de Tecnópolis -paleta, chizitos y gaseosa sin marca- mientras volvía a su depto con SUM. Inolvidable.

Ayer Cristina le hablaba a los que como ella necesitan ciertos consumos para ser. Los que no logran superar la disonancia entre declamar inclusión y producir el mayor quiebre socioeconómico de la historia.

Para el kirchnerismo -y no solo para ellos, por desgracia- el pobre es el Otro. Un otro idealizado y masificado, o feo y satanizado, pero nunca un par, un igual, un ciudadano.

No importa lo que elaboren en atriles, papers de conicet o en revistas falopa bancadas con guita de universidad pública. El espesor político, la densidad del pensamiento "popular" es de celofán, transparente. Zafar, justificarlo y acallar a los demás.

Que cinismo llamarle Para Todos a esos consumos para el Otro.
Eso se terminó. Aún con dificultades, hoy hay asfalto, luz, cloacas, agua, gas, energías renovables sin ningún Otro: son ciudadanos. El mismo asfalto y cloaca del funcio k en su depto con SUM.