1/ Joker en unas notas breves.
Joaquin Phoenix hace un trabajo admirable, carga con toda la película, no hay coprotagonista, no hay nada más que escenarios, algunos en forma de personas, pero que están allí sólo para que él construya a su personaje. Asombroso.
Joaquin Phoenix hace un trabajo admirable, carga con toda la película, no hay coprotagonista, no hay nada más que escenarios, algunos en forma de personas, pero que están allí sólo para que él construya a su personaje. Asombroso.
2/ No, la gente no se va a volver violenta al ver Joker, como no se vuelve superhéroe al ver Vengadores, ni se enamora masivamente después de ver una comedia romántica. Y, afortunadamente, no se vuelve idiota después de ver "Prometheus", aunque se sienta estafada.
3/ Toda esa teoría de cómo la cultura moldea al 100% todo cuanto somos es chifladura posmo refutada una y otra vez por esas cosas raras llamadas "estudios" que hacen esas personas misteriosas llamadas "científicos". La paranoia que se ha generado es detestable.
4/ Pero, dirá alguno, si la premisa de la película (VAN SPOILERS, EL QUE AVISA NO ES TRAIDOR) es precisamente que el entorno, la experiencia personal, la tragedia agobiante provocan la caída a la locura de Arthur y su despeñamiento final en la violencia. ¿Entonces se equivoca?
5/ Pues sí. Pero es una película. Sobre un personaje no sólo ficticio, sino de cómic. No tiene ningún compromiso contraído con la realidad. Decir eso es como decir que las arañas radiactivas no te vuelven Spiderman. Pues dah, baboso. "Joker" puede jugar con eso sin que sea real.
6/ Y los que se la toman en serio para hacer comentarios contra el determinismo social (que sabemos no es cierto) y tratar a la película como un documental de neurología son como un zoólogo lamentando que la fauna de "El jardín de las delicias" sea imaginaria. No jodan.
7/ Según sus premisas, que van desde la inspiración misma de Joker (la actuación de Conrad Veidt en "El hombre que ríe") hasta tropos del cine y el cómic, la película funciona divinamente. Su escenografía, ese New York pintado de Joker que es Gotham es especialmente intensa.
8/ Hace lo que debe hacer la ficción: propone un juego, pone las reglas y tanto creadores como espectadores juegan con esas reglas para sentir, divertirse, pensar y entretenerse en el mundo de lo imaginario. Y extraer de él algo para el mundo real, sin extrapolarlo directamente.
9/ En ese sentido, carece de sentido preguntar "qué significa" tal escena, o qué tanto de lo visto es real y qué tanto pasa en la cabeza de Arthur, o cómo debemos entender el final. La película pide que participemos, para cerrar el círculo creativo con nuestra interpretación.
10/ Como siempre, el arte no se trata forzosamente de "entender" sino de sentir, y el remolino de sentimientos que vamos experimentando hacia Arthur es avasallador: nos identificamos, lo despreciamos, sentimos vergüenza por él, lo amamos y odiamos en el breve espacio del filme.
11/11 Lograr eso es lo difícil y lo que hacen con nosotros los creadores de la película. Por eso me parece una cinta excelente y que permite prescindir de toda pendantería para recorrerla con nuestros propios fantasmas interiores.
Y ya. Besitos.
Y ya. Besitos.
PS (12) La asimetría del maquillaje de Joker es brillante. Izquierda el personaje, centro y derecha composición de reflejo de las dos mitades. Dos personas. Dos visiones. Y además el símbolo clásico del teatro revisitado, ¿no? 
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