1) No les voy a mentir: no siento la amargura que percibo en la mayoría de los cambiemitas hoy. Tal vez será que años de derrotas me endurecieron el cuero; o que, en el fondo, sabía que el desafío era titánico; o, quizás, que nunca pierdo la #Esperanza
La de ayer fue una derrota. Y duele. Pero no es, ni por asomo, un regreso a 2015.
Pero, ¿saben qué tenían en 2007 y 2011 y no tienen ahora?
No tienen una oposición fragmentada y repartida. No tienen una ciudadanía aislada y dispersa.
No tienen enfrente a un rebaño que, aunque no quiere ser sacrificado, marcha mansamente al matadero porque no halló una alternativa a ese destino.
Ellos son más, pero son arena. Están mezclados, no unidos. Nosotros, en cambio, somos roca. Sólidos. Firmes.
Debemos dejar claro a nuestros dirigentes que exigimos la continuidad de JxC. Que mientras perdure la amenaza que enfrentamos, no tienen nuestro permiso para dejar de ser coalición.