Decía ayer en #EsLaHoraDeOpinar:
Se asienta un polígono de poder con 4 actores, cada uno operando en su propia lógica:
-Crimen organizado
-López
-FFAA
-EU
No queda ningún otro poder real.
En medio, la ciudadanía desamparada y huérfana, sin instituciones.
Se asienta un polígono de poder con 4 actores, cada uno operando en su propia lógica:
-Crimen organizado
-López
-FFAA
-EU
No queda ningún otro poder real.
En medio, la ciudadanía desamparada y huérfana, sin instituciones.
El ciudadano común no tiene ya a nadie a quien recurrir. En teoría debería ser el presidente quien distensione el polígono, construyendo instituciones en una gradual reconstrucción del Estado, pero el enano está en su propia lógica de concentración de poder personal.
Va en sentido contrario: destruyendo instituciones que le estorban a Él, muy especialmente los poderes del Estado, policía, soberanía estatal y local, sociedad civil, órganos reguladores y mercado. Intenta destruir a los medios, pero algunos parecen estar resistiendo.
No es que esos intermediarios estuvieran bien antes de López, pero estaban. El ciudadano tenía un poquito más opciones. Y había un horizonte de construcción. López los está aniquilando para su propia ambición. Es decir, opera en contra nuestra: definición de tirano.
En consecuencia, es verdaderamente difícil contestar qué puede hacer un mexicano frente a una amenaza hoy: desde robo y secuestro hasta extorsión y homicidio. No parece haber nadie que: 1. Lo pueda prevenir; 2. Lo pueda castigar.
Estamos solos.
Estamos solos.
