El #GolpeDeEstadoBolivia significa un regreso al colonialismo. Un ataque racista y fundamentalista que evidencia el odio de las clases dominantes contra lo que representa Evo: la dignidad de los pueblos originarios y los sectores populares. 
Evo fue el primer presidente indígena (aymara) en un país en el que 6 de cada 10 habitantes son descendientes de pueblos originarios. Una vez consumado el golpe grupos de derecha quemaron una whipala, reconocida como símbolo del Estado Plurinacional de Bolivia en 2009.
Afuera del Palacio de Gobierno un grupo de policías recortaron la whipala de sus uniformes.
El colonialismo genera un otro que hay que educar, domesticar o borrar. En el caso del golpe en Bolivia ese otro son los pueblos originarios que apoyaron a Evo. Hace cinco siglos pasaba algo similar.
Una de las claves para entender el golpe de Estado es ver quiénes están detrás: Luis Fernando Camacho (40) es abogado y empresario. Su familia tenía el monopolio del gas en parte del país hasta la llegada del MAS al poder.
Camacho prometió “llevar a Dios de vuelta al Palacio Quemado”. Ayer entró a la Casa de Gobierno con la bandera boliviana y la biblia. “La Pachamama nunca volverá al Palacio. Bolivia es de Cristo", dijo.
Desde hace semanas promueve la violencia. Sus adeptos prendieron fuego el Tribunal Electoral Departamental de Santa Cruz y atacaron a tiros a seguidores del MAS.
El otro líder del golpe es Carlos Mesa Gisbert. Fue presidente entre 2003 y 2005. Asumió después de que Sánchez de Losada huyera a Miami dejando más de 70 muertos. Mesa también renunció en medio de protestas en todo el país.
Ayer Evo Morales lo dejó claro en su discurso: “Mi pecado es ser dirigente indígena, dirigente sindical, cocalero”.
cosecharoja.org/golpe-de-estad…
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