1. Me da mucha risa que vengan chairos a decirme que han habido peores y más intensas protestas contra Calderón o Peña. Pues dejen les digo que no. Las protestas contra los dos presidentes anteriores fueron muy diferentes a lo que vimos ayer domingo.
2. La marcha en contra de López de ayer 1 de Diciembre fue muy significativa por muchas cosas. Las dos más notables son la cantidad de gente que se acumuló en, por lo menos, 36 ciudades de todo el país; y que puso en la calle a gente que normalmente no iría a una marcha. Pero...
3. Las marchas o manifestaciones contra Calderón y Peña estuvieron perfectamente orquestadas, y fueron realizadas por grupos que siempre estaban listos justamente para eso. Es decir: Tenían el objetivo de desestabilizar por una mera filia o fobia ideológica.
4. La marcha de ayer fue un gesto espontáneo de miles de personas que en circunstancias normales no habrían salido de sus casas a marchar contra nadie. Por eso se diferenció de cualquier otra marcha en un punto de lo más relevante: Fue civilizada.
5. Gente civilizada reunida para repudiar una forma de gobernar es una cosa. Vándalos destrozando el espacio público para protestar contra -por ejemplo- un presidente que apenas está tomando posesión, es otra. Y se necesita ser muy idiota para no ver la diferencia.
6. Por cierto (primera parte): Los grupos que participaron en las violentas marchas contra el gobierno durante el sexenio de Peña, fueron básicamente los mismos que también lo hicieron durante el sexenio de Calderón. Los de ayer domingo fueron totalmente distintos.
7. Por cierto (segunda parte): El que más raja política le sacaba a las manifestaciones violentas protagonizadas por esas hordas de simios (una disculpa a chimpancés, gorilas, orangutanes y bonobos) era López. Así que no es difícil adivinar que algo tenía que ver en todo eso.
8. Al final de cuentas, el descontento de la gente con Peña Nieto, y más aún con Calderón, no era por la forma de gobernar. Era porque no había ganado López. Se demuestra contundentemente en que López está teniendo PEORES resultados, y sus simios están calladitos.
9. Las marchas y manifestaciones violentas de los dos sexenios anteriores fueron de un evidente talante antidemocrático. La de ayer, en cambio, fue un grito de protesta en defensa de las instituciones que garantizan, justamente, la vida democrática de México.
10. Esa es la diferencia fundamental entre el ciudadano promedio y el idiota ideologizado: El ciudadano normal se fija en los resultados; el idiota comunista o similar, en la lealtad a una causa o grupo. Por eso puede incurrir en la primitiva actitud de defender a un inepto.
11. El detalle es que este tipo de comunistas-socialistas-progres-posmodernos-pseudoanarquistas cree que el cambio verdadero vendrá cuando sea destruido TODO el sistema Capitalista-Patriarcal-Neoliberal. Se trata de una visión irracional y religiosa de la Historia.
12. Es eso lo que les permite justificar que no haya resultados positivos: López tiene al país mal, pero debe ser por culpa de un sistema demoníaco que se rehúsa a morir. Obvio, son incapaces de decirlo con esa mínima sofisticación. Apenas les alcanza para decir que fue Calderón.
13. Eso explica también por qué pese a que López ya tiene el poder absoluto, todos -sobre todo él- siguen en permanente campaña: El poder no es suficiente sólo por tenerlo; hay que llegar a la destrucción absoluta del enemigo o contrincante. Pregúntenle a la CNDH y al INE.
14. Es una variante rascuache y de Región 4T del pensamiento apocalíptico y milenarista, acaso lo peor que se gestó durante la evolución de las religiones judía, cristiana e islámica. Es irracional y engaña a sus adherentes con una falsa esperanza.
15. A ello, López ha agregado el elemento mesianista en su peor versión. Por lo menos, en las tres religiones abrahámicas el mesías es una figura abstracta que representa una utopía igualmente abstracta. En el lopismo, el mesías es López.
16. Por lo tanto, la realización de la utopía se convierte en algo concreto: La destrucción de la vida institucional democrática del país como primer paso para, algún día, destruir al Capitalismo y al Neoliberalismo (que, por cierto, gozan de muy buena salud, por si no lo saben).
17. Como en toda gesta apocalíptica, el proceso pasa por la muerte cruel y despiadada de una tercera parte de la humanidad. En el trasfondo psicológico del mesianismo lopista, es perfectamente normal que estemos en el momento más violento y letal de nuestra historia reciente.
18. Así son los cambios de sol hasta en el apocalipticismo mexica: La destrucción de todo lo que hay para que venga un renacimiento pleno. Los hindúes entendieron que las cosas no eran tan románticas, y por eso Shiva sólo es el dios de la destrucción, no el del renacimiento.
19. El Judaísmo lo resolvió de otro modo: Tras las desastrosas guerras apocalípticas de los años 66-73 y 132-135, prohibió bajo maldición la especulación apocalíptica. Estaba claro que esa irracionalidad sólo provocaba desgracias.
20. Pero los manifestantes anti-Calderón y anti-Peña nunca se enteraron. Por eso, se han comprometido con la causa lopista -por lo menos para no darle mucha lata-, y mientras dejan que los pésimos resultados sigan jodiendo al país entero.
21. La gente que se manifestó ayer contra López y su forma de gobernar es completamente diferente. Saben o intuyen que los cambios que necesita el país son graduales y constructivos, no repentinos y destructivos. Es decir, son EVOLUCIONARIOS, no REVOLUCIONARIOS.
22. Y hacen bien. Los lugares donde la gente tiene los mejores niveles de vida en general, son aquellos que han logrado eso EVOLUCIONANDO como sociedad, no por medio de revoluciones. En términos prácticos, TODAS las revoluciones han fracasado.
23. Las consecuencias reales de las revoluciones han sido catastróficas (chequen la Francesa o la Cubana). Acaso, han aportado IDEAS y proyectos, pero si estos se han consolidado después, ha sido por EVOLUCIÓN de la sociedad, no por levantamientos armados.
24. Ese es el choque de proyectos que vimos ayer. Los que están obsesionados con esa idiotez llamada "la revolución". Y los que sabemos o intuimos que la cosa no va por ahí. Así que no me vengan con la idiotez de comparar un descontento con el otro.
