Thread by @envozalta_libro

Pues hoy hemos decidido que ya es hora de hablar un poco de ese bonito (y atemporal) tema que son los trabajos en grupo.
¿Y qué cosas pueden y suelen ocurrir?
Abrimos hilo… 🧵

Que los grupos los decida el profesor y a todo el mundo le toque justo con quienes peor se lleva de toda la clase.

Que dejemos que los decidan ellos mismos para favorecer la concentración y un riguroso ritmo de trabajo.

Que sea muy sencillo aclarar el número de componentes de cada grupo:

-El trabajo lo haremos en grupos de 3 o 4.
-¿Pueden ser de 2?

-El trabajo lo haremos en parejas.
-¿Pueden ser de 3?

-El trabajo lo haremos en grupos de 5.
-¿Pueden ser de 6?

Que hagan el trabajo en clase y se cree un ambiente de trabajo distendido a la par que organizado, tranquilo y armónico.

Que el trabajo se haga en casa y les toque reunirse en el piso de ese compañero que vive justo en la otra punta de la ciudad.

Por supuesto, en todo grupo encontramos una casuística similar:

-El que tiene objeciones para todo.

-La única que lleva el material cuando toca.

-El que nunca se ha enterado bien de qué hay que hacer

-El que sólo hace la portada.
...Y el que no hace ni la portada.

-La que todo lo que entrega lo ha copiado de la Wikipedia, el Rincón del Vago u otras fuentes innombrables.

-El que se estresa porque no llegan a tiempo.
...Y el que no se estresa absolutamente por nada.

-La que aguanta imperturbable mientras ve cómo sus compañeros pierden el tiempo miserablemente.

-La que te pregunta dudas sobre el trabajo todos y cada uno de los días desde que se lo propones hasta que lo exponen.

-El que sabe que, gracias a ese trabajo en el que no ha hecho nada, le subirán la nota.

-El que sabe que, gracias a ese trabajo en el que ha sido el único que ha trabado, le bajarán la nota.

-El que aporta materiales ingentes, vengan o no vengan a cuento.

Los que nunca hacen nada pero, como están enfadados con el mundo, se dedican a poner a caer de un burro el trabajo de los demás.

Y el día de la presentación del trabajo, suele ocurrir que:

-Acuden entusiasmados a exponer lo que han hecho.

-Se pone enferma justo la persona que debía llevar el pen drive.

-Los grupos que exponen sus trabajos se enrollan tanto que al último nunca le da tiempo a presentar el suyo.

-Todos han decidido que va a usar internet para sus exposiciones. Y, como de costumbre, la conexión marcha estupendamente.

-Todos mienten como bellacos y fingen haber repartido las tareas. ...O alguien pierde los nervios y confiesa que ni han repartido las tareas ni nada que se le parezca.

-Y mientras sus compañeros exponen, el resto de la clase escucha sus palabras atentamente.

-Es más, muy atentamente.

No podemos olvidar al que siempre te pide en el último momento que le cambies la fecha: porque les falta un miembro, porque se han olvidado algo en casa, porque ayer se les fue la luz y el wifi en casa (mira, igual que en clase) o por cualquier otro motivo de dudosa veracidad.

Ni a quienes, amablemente, te agradecen su calificación porque la han entendido muy bien y no sienten que su nota sea injusta comparada con la del resto de la clase.

Ni al que te entrega un trabajo que no tiene nada que ver con lo que les has pedido porque "creía que era eso lo que tenía que hacer" o "lo apuntó mal en la agenda".

Ni a sus familias, que han disfrutado tanto que están deseando que les encarguen otro trabajo en grupo de la asignatura y materia que sea.

Especialmente si te ha tocado ser la casa donde se han reunido y habéis tenido que preparar merienda para todos.

Así que, como es obvio, el trabajo en grupo siempre acaba dándonos grandes alegrías a todos: a sus familias, que a veces se lo hacen enterito; a ellos, que hacen lo que pueden; a nosotros, que además de inventarlo, coordinarlo y guiarlo nos toca corregirlo.

Por suerte, nuestros alumnos siempre nos tendrán a los adultos para que les ofrezcamos ejemplos cotidianos de lo bien que trabajamos en equipo.