[HILO] Gonzalo Blumel, el "yes-man" de Cristián Larroulet. 
Corría el año 2006 y un joven secretario municipal de la comuna de Futrono (Región de Los Ríos) le pedía plata prestada al fundador de la UDD, ex-Director del think tank Libertad y Desarrollo, y entonces Ministro Secretario General de la Presidencia, Cristián Larroulet.
Si no conoces a Cristián Larroulet puedes profundizar en este hilo:
Ese atrevimiento, tal cómo quien firma un contrato con el Diablo, marcaría su destino a fuego. Ya que 13 años más tarde se convertiría en el segundo hombre más poderoso de Chile, y con la responsabilidad de conducir la mayor crisis social desde el retorno de la democracia.
Gonzalo Blumel es tataranieto de Enrique Mac Iver (si, el de la calle), y nieto del explorador alemán Santiago Blümel y de Rosa Ancán, (Mapuche. Hija y nieta de Loncos históricos de Boroa que lucharon contra la invasión española en la Araucanía)
Según el hermano de Gonzalo, Juan-Enrique Blumel (quien se considera mapuche liberal de derecha), "siempre hubo consciencia de que teníamos una bisabuela de Boroa. Pero lo que nos contaron estaba muy adornado con un mito familiar de que era una princesa. Mapuche, pero princesa".
A diferencia de su hermano, quien -según él- vive un proceso de "mapuchización", Gonzalo no lleva la bandera Mapuche en su accionar político. "Ellos son más winka" confesó Juan-Enrique sobre sus hermanos en entrevista para The Clinic.
En realidad la carrera política de Blumel nace más cercana al gremialismo. Luego de egresar de ingeniería en la PUC postula al programa de la Fundación Jaime Guzmán “Jóvenes al Servicio de Chile”, iniciativa que lleva a "talentos" a sectores vulnerables para “servir a Chile”.
Luego de 3 años trabajando en la comuna de Futrono con el Edil UDI Jorge Tatter, gana una beca para estudiar en Inglaterra. Al verse sin recursos -"de patudo" confiesa- llama a Larroulet y le pide financiamiento a cambio de trabajar en Libertad y Desarrollo a su regreso.
Larroulet en esa oportunidad no le aceptaría la propuesta, pero tiempo después, ya en Birmingham, lo llamó para reclutarlo en el equipo del instituto que se preparaba para desembarcar en La Moneda. A partir de ese momento ambos fueron inseparables.
"Habla por teléfono todos los días con Blumel y se reúnen cara a cara todos los lunes, jueves y viernes. Su relación es estrecha y muchos consideran al actual ministro de la Segpres como el “ahijado político” de Larraoulet" indicaba el 2018 una fuente en Palacio.
A diferencia de sus pares en Chile Vamos, el protegido de Larroulet es un animal político anómalo: Se define católico pero independiente, de centroderecha pero reacio a encasillarse, escucha Quilapayún, Violeta Parra e Inti Illimani y su novelista favorito es Mario Vargas Llosa.
Es Evopoli pero íntimo de Golborne. Hace guiños a la Concertación pero firma artículos con Axel Kaiser. Agradece que la derecha "se ha ido alejando del pinochetismo", pero cree que cerrar Punta Peuco "no significa una contribución a nuestra democracia”. Un enredo ideológico.
La pregunta entonces es: ¿Qué lleva a Cristián Larroulet confiar su capital político y apadrinar a un personaje tan sui generis y alejado de la ortodoxia formativa de la UDI, como Gonzalo Blumel?
Con el cambio de gabinete del 28 de octubre el plan del jefe del "segundo piso" de la Moneda llega a su momento decisivo. Por una extraña circunstancia (algunos tweets machistas de Felipe ward contra Vallejo), Larroulet logra instalar a Blumel en el Ministerio del Interior.
Recordemos que hasta ese momento los consejeros más cercanos de Sebastián Piñera eran Andrés Chadwick en Interior y Larroulet como Jefe de Asesores. Ambos con el tonelaje y conocimiento político suficientes para anularse y crear un equilibrio más o menos armónico.
Sin embargo producto del Caso Huracán y la espantosa gestión post 18 de Octubre, Chadwick ya estaba demasiado expuesto y no podría retener más su cargo a pesar de contar con todo el respaldo de Sebastián Piñera. Su renuncia era pedida de forma transversal.
Su salida y el posterior ascenso de Blumel a Interior resultan claves para que hoy el poder político en Palacio se concentre en un sólo lugar. El ideólogo de L&D está desatado, no tiene contraspeso. Y es más, se fortalece con Blumel. Un yes-man que nunca se revelará a su mentor.
Por su parte, Blumel aceptó el sartén más caliente de todos. Hoy es acusado de mantener el legado de Chadwick y los ojos de organizaciones internacionales están sobre él en cada decisión que toma.
Probablemente se arrepiente de haber llamado ese día a Larroulet desde Futrono.
Probablemente se arrepiente de haber llamado ese día a Larroulet desde Futrono.
Para terminar dejo un párrafo del tatarabuelo de Blumel, don Enrique Mac-Iver, que 120 años más tarde, resulta muy contingente:
Fuentes: Wikipedia, web Libertad y Desarrollo, Temas (.cl), web Avanza Chile, El Desconcierto, La Tercera, El Mostrador, The Clinic, web Fundación Jaime Guzmán, Bio Bio, El Libero.
Gracias por leer!
Gracias por leer!
Fe de erratas: el 2006 Larroulet no era ministro aún. ¡Gracias a los que hicieron el alcance!
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