1. Lo de Bartlett tiene, por lo menos, una ventaja: López se ha quitado la máscara. Ha demostrado que la honestidad es algo que le importa un pepino, y que lo único que valora es la lealtad. Ahora te explico qué tiene que ver eso con las iglesias evangélicas y la ley laica.
2. López es un individuo profundamente corrupto. Para él no existe ley que valga. El único paradigma que reconoce y respeta es el del poder absoluto. Pero su perspectiva del poder no es nada más la de un tirano, sino además la de un lunático. Es una visión religiosa del poder.
3. Y para verlo, vamos desglosando lo de Bartlett: El señor y familia tiene un patrimonio IMPOSIBLE de conseguir si durante toda tu vida has sido funcionario público. El mejor salario posible de un burócrata no financia, ni por error, todo lo que ese sujeto tiene.
4. Pero Irma Eréndira -lacaya de López- lo declara inocente. Y López reta a que se le denuncie, porque sabe que el poder judicial -lacayo de López- también lo declarará inocente. Para eso es el poder absoluto. Y ojo: Aquí viene lo verdaderamente demencial.
5. López cree que está en el nivel de apóstol de Jesucristo. Según Juan 20:23, a ellos se les dio la autoridad para perdonar o dejar de perdonar los pecados de la humanidad. Y eso es lo que López está haciendo: Perdonando pecados. O juzgándolos, según le convenga.
6. López cree que no es corrupto porque su idea es purificar a México. Pero su comprensión de "purificar" es netamente religiosa. Se basa, exclusivamente, en la lealtad, igual que en el caso de Jesús en el Nuevo Testamento: Cree y sé fiel. Por supuesto...
7. En el caso de Jesús no tiene nada de raro. Es el personaje de un texto religioso antiguo. Pero ver eso en un político del siglo XXI es abyecto, digno de ponerlo en una camisa de fuerza y encerrarlo en un cuarto con paredes blancas.
8. Para López, la honestidad no tiene nada que ver con tu conducta personal, más allá de la lealtad al caudillo. Tus antecedentes son lo de menos si ya pasaste por el rito de conversión e hiciste de López tu nueva fe. Tus pecados han sido perdonados aquí y en el cielo.
9. Por eso López necesita el control de todo, incluyendo la Auditoría Superior, o del Poder Judicial. De ese modo, el perdón que él puede extender a nivel personal se hace una realidad a nivel institucional. Y eso es lo que él entiende por "un México libre de corrupción".
10. Cada vez que habla de un país que ya está libre de corrupción, se refiere a un México en el que basta que declares tu lealtad en su persona, e incluso las instituciones terminarán por reconocerte como limpio y sin manchas. Así que Bartlett es inocente y punto.
11. Es muy ilustrativo que esto suceda justo cuando Monreal, vía Luévano, lanza la propuesta de aniquilar la separación de iglesias-estado. Es evidente y descarado que hay un intento por abrir espacios para las iglesias evangélicas de tipo fundamentalista. ¿Por qué?
12. No nada más es el hecho de que hayan sido grupos religiosos que apoyaron y apoyan a López. No se trata nada más de un premio a su lealtad en épocas electorales, o a que se reúnan con él algunas mañanas para orar y estudiar la Biblia. Hay algo más y es de lo más bizarro.
13. Los evangélicos son gente normal. Algunos mejores o peores que los demás. Pero tienen un rasgo propio de las minorías religiosas: Una especie de urgencia por justificar su presencia en un país predominantemente católico (en el caso de México). Por eso...
14. Suelen imponerse una exigencia moral mayor a la del promedio de la gente. Desde el modo en el que entienden la vida misma, es una forma de dar testimonio de que ellos sí tienen una relación directa con Jesús, su señor y salvador personal. Y por eso...
15. Toda su comprensión del qué hacer político tiene un tinte religioso. Para ellos, el asunto es muy simple y no tiene nada que ver con ideologías: Jesús te cambia y te hace un mejor ser humano. La única solución para el país es que cada uno se entregue a Cristo.
16. Nótese: Es exactamente el mismo discurso de López, sólo que embutido en su contexto religioso original. Por supuesto, eso no significa que las similitudes no sean relevantes. Al contrario: Son fundamentales para el resto del plan lopista. Velo de este modo...
17. Este tipo de iglesias no tiene ningún inconveniente en apoyar un gobierno -por pésimo que sea- que les permita incrementar su capacidad expansiva. Es lógico: Podrán "llevar más almas a Cristo", y con eso -dicen ellos- ayudarán a resolver los problemas del país.
18. Lo que este tipo de cristianos no entiende (a nivel de obtusos, literalmente) es que su perspectiva religiosa es sólo un sueño personal, que puede tener una utilidad política. Y los políticos profesionales saben cómo aprovecharse de ellos. Y lo hacen.
19. La gran aportación de estas iglesias al México de la T4 es que tienen la capacidad de reeducar "cristianamente" a la gente, e inculcarles que lo importante es la lealtad. Nada más. Cree y serás salvo. Tus antecedentes no importan si te entregas al mesías. Por supuesto...
20. Ellos lo inculcarán a nivel religioso, hablando de Cristo. Pero el paradigma estará sembrado. El condicionamiento ideológico estará puesto en la gente. Y es justamente el condicionamiento que desea López: Gente que crea que el universo funciona así. Con lealtad al mesías.
21. En contra de todo eso, es hora de que los ciudadanos seamos los que hagamos lo que el gobierno ya no está dispuesto a hacer. En el caso particular que acabo de explicar, es hora de que las iglesias -del tipo que sea- reaccionen y no se dejen utilizar.
22. Con Bartlett la lucha no está perdida. El aparato institucional mesianista de López lo va a declarar inocente, puro y sin mancha. Pero nosotros podemos gritarle "corrupto" cada vez que lo veamos en la calle. Y si repela, le gritamos más. Hasta que se deprima.
23. Y a López le aplicamos la misma. Su delirio religioso hace que no soporte eso. No entiende que alguien dude de su honestidad. Si lo ves, grítale corrupto. Y si te dice "yo no soy corrupto", le dices otra vez "corrupto". Hasta que lo hundamos en la depresión.
24. Nos pueden quitar las instituciones, pero no la voz. Nos pueden amenazar fiscalmente o con extinción de dominio, pero no pueden quitarnos el derecho de simplemente pararnos en la calle y gritar "corrupto" a quien lo es. Es hora de tomar la iniciativa.
25. Si ellos no nos van a dejar en paz, nosotros tampoco. En los aeropuertos, en los parques, en las oficinas, en los restaurantes. Somos más, y tenemos voz.
