Sorprendente sentencia, que no contribuye en nada a una igualdad real y jurídicamente muy desafortunada:
Abro hilo:
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Se nos presenta una sentencia donde se ignora la causalidad de un delito, aplicando el Tribunal Supremo una argumentación absurda, considerando que si un hombre agrede a una mujer es porque él siempre piensa que la domina a ella y entonces por creer eso ya merece mayor condena
Cuando se comete un delito dentro de una relación afectiva es debido a múltiples causas, donde el género es irrelevante en la mayoría de los casos, las disputas más graves suelen producirse por motivos económicos, custodia de los hijos, celos, engaños sentimentales, drogas...etc.
Un hecho ha de juzgarse en base a la realidad jurídica derivada de nuestro Estado de Derecho, donde si no se dan otras razones que pueden agravar o atenuar un delito o sino varían las circunstancias en una situación similar (varios delitos), la condena ha de tener una pena igual.
La Constitución española tiene como uno de sus pilares fundamentales la igualdad, plasmada en su artículo 14 donde no se puede hacer ninguna distinción por razón de género, ni como en el pasado nuestro Código Civil consideraba a la mujer como sometida a la voluntad de su marido
Se ha de probar por tanto esa voluntad de dominación, humillación o subordinación, tanto en el caso de si la acción la comete un hombre o una mujer, si no es así por tanto desde nuestro sistema jurídico se ha de aplicar una igualdad real al juzgar los hechos delictivos.
Usar como argumento que no sea necesario demostrar ese acto de poder y superioridad del hombre sobre la mujer, a causa de que no se especificó en los tipos para la violencia de género, es una pobre conclusión para dar por hecho que esta siempre existe en caso de agresiones.
Las mal llamada violencia machista o de género, no es aplicable por tanto en este caso, donde no se ha demostrado que las agresiones se hayan producido por razones de superioridad (independientemente de su naturaleza) de él sobre ella e ignorando que puede ocurrir al contrario.
Resulta también curiosa esa distinción entre violencia de género y familiar aunque hayan tenido lugar los mismos hechos, considerando que lo primero es "propio" de hombres y lo segundo de mujeres, por tanto dividiendo por géneros, ignorando de nuevo las circunstancias.
También es relevante que se ignore que las agresiones provienen de ambos miembros de la pareja y más si han causado los mismos daños físicos, donde por tanto es irrelevante que el hombre de forma general pueda tener una mejor forma física, la cual igualmente debe demostrarse.
Actualmente ni desde nuestra legislación, ni socialmente se educa a los hijos para que su principal objetivo en la vida sea casarse y tener hijos y formar como en el pasado la clásica familia católica como estructura del propio Estado, donde el hombre ocupaba la máxima jerarquía.
Realmente este tipo de sentencias solo son más gasolina que alimenta a determinadas organizaciones ideológicas y partidos, con cada vez más influencia política y social, las cuales no desean una igualdad real sino tomar el poder y construir un Estado aparentemente autoritario.
