Thread by @leogarciamx

Esta foto y las narrativas alrededor.

Tanto que se puede decir del pequeño tartufo que se mudó al Palacio y su grupo afín.

Por ejemplo, una de las cosas que me aparecen recurrentemente cuando se habla acerca del sr López es que es mitomano, o que está loco. Creo que es algo más complejo que eso.

(Disclaimer. Seguro vienen muchos tuits, así que si a usted no le gustan los hilos, o está haciendo dos maestrías, o prefiere leer una tesis, este es un buen momento para dejar de leer).

El sr López es un hombre autoritario, MUY autoritario, soberbio, irascible. El sr López también es un hombre que se considera por encima de los demás desde un aspecto ético y moral. No es tonto, es sumamente astuto, que no es lo mismo tampoco que decir que es inteligente.

El sr López es un hombre muy limitado intelectualmente, insistir que no es lo mismo que decir que sea tonto ni mucho menos,solo su forma de pensamiento rígido no le permite abrirse a ideas diferentes, sobre todo,lo peor, a las ideas que lo DESAFÍAN. Nunca.Jamás. Por ningún motivo

Desde un estricto sentido el sr López NO MIENTE. Esa idea que tiene de él mismo con una ética y una MORAL intachable por encima de los demás le confiere para si mismo la potestad de ser la voz que influye en los demás para que las cosas SEAN.

El sr López sabe cuando esta mintiendo y sabe perfecto por qué lo hace. Él lo ha admitido públicamente. O más bien, él dice que no miente, solo que no dice la verdad.

Aquí entra un aspecto interesante, el sr López miente abierta y descaradamente porque él se cree con la autoridad para hacerlo porque en su percepción cree q se justifica.

Y cree que hay un bien mayor suficientemente válido para hacerlo. Claro, según su personalísima percepción.

Al sr López no se le puede entender como un elemento aislado. Cómo cualquier ser humano él se construye por sus relaciones. Pero el tema es que la forma de sus relaciones se sustentan en reforzarlo a él como eje rector.

Y hay un rasgo común, eso que él mal llama MORAL.

Las relaciones que sostienen al sr López desde donde él se construye se basan en un sometimiento muy interesante que ofrece como MORAL.

La moral es parte del conjunto de reglas y normas sociales que nos permiten identificar lo que se acepta como bueno o como malo.

Una vez más y desde arriba. Este régimen, forma de llamarle ahora al "gobierno", es un inmenso ejercicio de retórica y adoctrinamiento.

Un acto de fe basado completamente en la moral del líder. Lo que el sr López dicta como MORAL.

Tal vez algún día se entienda que el sr López no es mitomano, solo es un hombre que tiene una sobradisima idea de sí mismo, lo que él entiende como autoridad, el poder que él cree tener, también él cree que le permite manipular "no diciendo todo" o "no diciendo la verdad".

Vaya en su idea de si mismo que él no diga la verdad, no es mentir.

Pero a la vez dar norte en otros aspectos de cómo se construye su idea de sí mismo y la de su circulo próximo en consecuencia.

A esa forma de autorregulación de comportamiento se le conoce como desanexión moral. Y es el mismo fenómeno que permite a unos más evadir la responsabilidad de los propios actos sustentandose en lo que el líder al que rinden su afinidad, su lealtad, les permite.

Por afinidad y simpatía, el líder define al grupo.

La moral del líder es la moral del grupo.
En la gracia del líder, en la gracia del grupo.
Denuesto del líder, denuesto del grupo.

La retórica del líder, la retórica del grupo.

Cuando el grupo adopta como propia la moral del líder les permite con convicción justificar todas las acciones, omisiones, dichos. Todo.

Tan solo porque él líder a quién han rendido su lealtad se los ha conferido, más allá de la razón, más allá de los hechos.

Es curioso, este mismo discurso que busca justificar un actuar arbitrario más allá de lo legal sería el mismo, exactamente el mismo discurso, que los exhibiría, desde la razón, como autoritarios, arbitrarios e incongruentes.

Justificaciones vanas, eufemismos, evasión del foco del problema, distorsión de la responsabilidad, comparaciones sin relación, e incluso un discurso deshumanizante, sirven perfecto cuando la narrativa necesita sustentar un desplante autoritario e intentar vestirlo de moral.

Por eso los mismos, los mismitos, que tan rabiosamente, y sin que les faltara razón, criticaron el cinismo y desvergüenza del affair Virgilio/Peña/Rivera, ahora, son los mismos que sin asomo de mínimo pudor alguno defienden a un político de la más rancia calaña como Bartlett.

No es un fenómenos sencillo, ni de cerca. Porque además es algo que se construye colectivamente, socialmente. Se reduce a principios tan primitivos y elementales como la teoría de tribus y clanes.

Parte de lo que en buena medida mueve ahorita a muchos de estos que defienden tan denodadamente a la sra Sandoval lo hacen partiendo de falacias retóricas evadiendo el tema de fondo: se exoneró a uno de los políticos mas deleznables de la historia moderna del país.

Pero seguramente en su fuero interior lo saben. Lo entienden. Sin embargo, la misma naturaleza de la dinámica del grupo al que han rendido su lealtad ahora les OBLIGA a hacerlo. Ahí es donde los fanáticos radicales son una cuña dentro del mismo grupo.

Son el tipo de acuerdos tácitos que se generan en las dinámicas de los grupos que ahora tienen que seguir fiel e incondicionalmente lo que el grupo marca.

Es una forma de sometimiento, miedo y subordinación.

Y ahí continúa operando la desanexión moral.

Los grupos cuando han construido su afinidad no tienen elementos para posteriormente abandonarlos sin caer en el denuesto de su clan. La afinidad les hace ceder individualidad voluntariamente a cambio de asimilar la identidad del grupo.

La necesidad de ser y pertenecer.

El sentido gregario del ser humano lleva a que quien es señalado como indeseable por su comportamiento dentro del grupo pueda ser más fácilmente presionado para que cambie su actitud, o bien estigmatizado y rechazado.

Y por parte de los fanáticos radicales ese rechazo se manifiesta con la misma ira con la que se trata a quienes resultan opuestos al motivo de su lealtad, de su fanatismo.

Es un proceso además progresivo. Poco a poco los elementos de afinidad del grupo operan por si mismos tomando como sustento lo que él líder marcó. Se habrá renunciado tanto y suficiente a los principios individuales y se habrán asimilado a lo que el adoctrinamiento marcó.

Así opera completo el gabinete en curso.
Justo quienes no llegaron a ese grado de sometimiento ideológico ni de adoctrinamiento fueron los que salieron, como el caso de Urzua.

O las formas coercitivas de presión por parte de los fanáticos radicales como sucede cuando hay quienes manifiestan alguna idea, opinión o actitud contraria a la tribu. Como ha pasado con Lily Telléz, o los pleitos internos por el poder del partido.

Justo bajó esa dinámica hoy, unos, se sienten con el sustento necesario para defender a Bartlett: El líder dice que bajo su MORAL no hay nada que reclamar, lo que les resulta entonces como sustento único pero más que suficiente.

Esto aplica en todos los niveles. Inicia conforme se ceden elementos de identidad, se modifican los códigos con los que se forma la propia moral, pero concluye conduciendo acciones completas.

Por ejemplo, una connotada profesional haciendo la farsa de una investigación, para justificar y satisfacer al líder a quien se le ha rendido la lealtad.

Y su tribu lo agradece reforzando lazos y vínculos entre sus integrantes.

Pero hablar del gabinete, de ese circulo de serviles, es apenas asomarse al problema.

Más allá de las dinámicas que sustentan semejantes formas de sesgos y distorsiones cognitivas, éticas, y morales, esto es un fenómeno social. Por eso estan en el poder.

Tal vez algún día se entienda que el sr López no es mitomano, solo es un hombre que tiene una sobradisima idea de sí mismo, un líder seductor.

Tanto, que también ha delatado qué es lo más valioso que sabe que él realmente tiene.

De hecho, lo ÚNICO REAL que él tiene: su imagen. La idea que él difunde de si mismo.

Por la misma razón de la sobradisima imagen que tiene de si mismo, lo más valioso que tiene él de él mismo es SU IMAGEN.

Por cierto, en ese complejo caldo que se hace llamar gobierno, el sr López ya dijó cual es el único objetivo real que busca. Lo ha dicho claro y con todas sus letras: pasar a la historia y ser recordado como el mejor presidente de México.

Cueste cuantas promesas vacías cueste.

¿Dinero? Pofabar. Lo que se paga con dinero sale barato, dice el viejo dicharacho. Pero su nombre escrito en los libros de historia con un pueblo adoctrinado, un gabinete fanatizado, y un cuerpo propagandista de fama mundial, seguro su lugar ya lo ganó.

Aunque sea compartiendo lugar intentando purificar a toda la peor calaña política que este pobre país pensó que ya había visto pasar y podía empezar a olvidarla.

Esa foto se debe resumir simple y claramente en lo que dice por si misma:

La moral del líder es la moral del grupo.
En la gracia del líder, en la gracia del grupo.
Denuesto del líder, denuesto del grupo.