Los matraqueros de cualquier régimen político me causan asco y hacen nacer en mí el más profundo desprecio; al poder formal no se le alaba, y mucho menos se le lava la cara: se le critica, se le exige y se le exhibe; y cuando cumple CABALMENTE con su función, se le reconoce.
Más asco y aún más profundo desprecio me provocan quienes justifican a un régimen claramente rata, torpe, e hijoputa; esas personas me parecen lo más bajo de la sociedad, y los considero tumores cívicos: son la infección profunda que permite chancros como el que representa López.
Es por ello que TODOS LOS DÍAS actualizo mi lista personal de matraqueros de este régimen asesino y naco: no quiero confiar todo a mi memoria, porque esa lista me va a servir para toda la vida, y eso es mucho tiempo.
Con esas basuritas cívicas NO voy a emprender un negocio, no les voy a vender o comprar cosa alguna, ni haré trato comercial alguno; no voy a tomar una clase con ellos, ni a dárselas; no voy a dar un click a sus contenidos, ni compartiré un solo proyecto, del tipo que fuere.
En tanto esas mierdas mercenarias no paguen un costo cívico por su actitud rastrera, seguirán usando sus altavoces para joder a individuos con menos poder. No es que yo solo pueda representar un costo para ellos, pero por principio no seré yo parte de esa hijaputez.
Que les aproveche su lamebolismo con el poder; que vayan y miren a los ojos, si pueden, a su gente muy querida después de haber lavado la cara a un régimen asesino y naco.
Pero no con mi concurso: con esa basura, ni el saludo.
Pero no con mi concurso: con esa basura, ni el saludo.
Y quienes sientan deseos de validar a esos referentes de mierda, sepan que eso dice un chingo de ustedes, y que cargarán con los mismos costos que ellos, nomás que sin mamar de la ubre oficial.
Es cuanto.
Es cuanto.
