La cuestión del pin parental (y tantas otras) pone de relieve que la política está dejando de basarse en la razón para hacerlo en cuestiones culturales e identitarias, es decir, en emociones. Lo malo es que nos arrastran a ella a propósito para polarizarnos y conseguir con ello..
..objetivos políticos. Los padres y madres ostentamos una potestad en el cuidado y educación de los hijos que no se nos debe expropiar (entre otras cosas porque lo pagamos casi todo). Pero el Estado también interviene a través de las normas para garantizar algunos fines ....
...superiores (la educación obligatoria, vacunas, etc) igual que interviene en el derecho de propiedad y en tantas cosas. Son las consecuencias de vivir en sociedad. En el tema de la educación, parece obvio que el Estado ha de transmitir conocimiento pero también valores cívicos
...propios de una democracia. Pero no ideología, entendida tal como un conjunto de ideas que caracterizan a un determinado movimiento. Los valores que hayan de transmitirse deben ser aceptados por todos o una gran mayoría, porque son comunes. Si lo que se enseña es igualdad..
...respeto al diferente, no discriminación, libertad, creo que hay muy poca gente en España que no estuviera a favor de promoverlo. Si lo que se enseña con carácter obligatorio que todo es heteropatriarcado, que el hombre es un violador o, también, una determinada..
...religión, o el veganismo o la Dianética, entonces a lo mejor estamos imponiendo una visión de la vida a los demás, y no deberíamos.
Creo que casi todo el mundo coincidirá en eso. Y lo curioso es que nos vemos envueltos en una polémica que, en el fondo, a lo que debe conducir
Creo que casi todo el mundo coincidirá en eso. Y lo curioso es que nos vemos envueltos en una polémica que, en el fondo, a lo que debe conducir
...no es a esa “judicializacion” de la política (que se rechaza para otras cosas) sino a un verdadero debate sobre qué es educación y qué es ideología. Y eso debería hacerse en el Parlamento, por cierto, y sobre bases racionales. Pero, ya tal...
