Thread by @RafaelPoulain

Pongan atención que hoy les voy a contar la historia del hundimiento de La Medusa.

En 1819, un joven pintor francés llamado Theodore Gericault de 27 años, presentó un gigantesco cuadro que escandalizó a toda Francia, dicha obra reflejaba una terrible tragedia, que el gobierno trató de ocultar, estar frente a ese cuadro, incluso hoy en día, resulta estremecedor

“El hundimiento de la balsa de la medusa” es un cuadro tetrico que se convirtió en el simbolo del romanticismo francés, tiene muchos significados y símbolos, pero además representa un episodio bochornoso en la historia de Francia.

Y comienza inmediatamente después de la derrota final de Napoleón, era 1815 y la dinastía borbónica regresó al poder, los ingleses accedieron luego de firmar la paz a abandonar algunas colonias y por eso cada día salían muchos barcos llenos de exploradores.

Pueden leer la historia de Napoleón aquí:

https://twitter.com/rafaelpoulain/status/937167480635584512

El punto es que los barcos iban repletos de militares, colonos, funcionarios y hasta científicos, y uno de esos barcos era una bella fragata llamada “La Medusa”, que zarpó de la isla de Aix (cerca de Burdeos), el destino era la ciudad de Saint Louis en Senegal

La Medusa era el mejor barco de su época, iba el coronel Julie Schmaltz, recién nombrado gobernador de Saenegal por el Rey Luis VIII, y con él su familia y un batallón de infantes.

Hughes Du Roy, un aristocrata venido a menos, era el capitán de esta poderosa nave.

Se decía que “La Medusa” era un barco que no se podia hundir, y además llevaba a Hughes con sus 20 años de experiencia como capitán.
Él había escapado de Napoléon y en Inglaterra se desempeñó como capitán de mar y guerra, el problema es que nunca había ido al mar ni a la guerra.

No de manera tan literal, pero su labor era más de escritorio y en realidad se la pasaba yendo a fiestas y bailes de oficiales franceses en el exilio, al final lo pusieron al mando del barco porque el rey se sintió agradecido debido a que se fue al exilio por apoyar la monarquía.

Poco importó que en 20 años hubiera navegado muy poco, de pura casualidad se veía al mando de La Medusa, una embarcacion veloz, poderosa e indestructible, además tendría experimentados oficiales asesorándolo en todo momento así que, ¿qué podría salir mal?...

Es más, estaban tan confiados en que nada podría salir mal, que decidieron instalar sólo 5 botes salvavidas, (había 400 pasajeros)

Y bueno, en ese escenario zarpó La Medusa con instrucciones muy claras; seguir junto a un grupo de barcos rumbo a Cabo Blanco, y de ahí a Senegal.

La misión estaba resultando demasiado sencilla, al cabo de unos días el capitán y sus hombres no hacían otra cosa más que beber y El capitán empezó a obsesionarse con la idea de demostrar que era un buen marinero y ordenó aumentar la velocidad.

Sus oficiales le dijeron que las órdenes eran seguir en grupo con otros barcos pero el Capitan dijo que él mandaba y se aumentaría la velocidad, incluso otro barco, una corbeta llamada Echó quiso ayudarles y les persiguió sin éxito tratando de advertirles un gran peligro...

Pero era imposible alcanzar a la veloz medusa, el Capitán no pudo ser advertido sobre las peligrosas aguas cerca de Mauritania hay zonas con aguas poco profundas.

Pero bueno, al menos llevaba cartas de navegación, si las leía correctamente llegaría a su destino sin problemas.

Pero Hughes terminó encallando el barco, la mañana del 2 de julio, rápidamente sus hombres trataron de arrojar todo lo que no fuera importante, para poder sacar a flote de nuevo el barco.

Estaban a punto de lograrlo cuando el mar se agitó y empezó a hacer que el barco golpeara con unas rocas y los remaches de acero que sostenían unida a la embarcación, cedieron, lo imposible estaba a punto de suceder; la medusa se estaba hundiendo.

El Capitán decidió que era mejor ser un cobarde toda una vida que un valiente unos minutos más, se subió a un bote salvavidas, y luego de asegurar su lugar, dijo que debido a la falta de botes, se elegiría al azar a los que irían en ellos

Y dio la casualidad que los elegidos fueron todos los ricos y oficiales de alto rango, los demás fueron abandonados a su suerte, pero ellos no se rindieron, las 150 personas que sobraban construyeron una improvisada balsa con los restos de la nave que se hundía.

Tras armar la improvisada balsa, y bautizarla como “La Machine”, 147 de las 150 personas que quedaron fuera, logran subir en ella, el capitán del barco, que iba cómodamente en un bote salvavidas, les arrojó una cuerda y prometió remolcarlos hasta tierra firme.

Pero era imposible, el mar estaba demasiado agitado, los 5 botes y la improvisada balsa luchaban por no hundirse, y apenas unas horas luego de haberse unido, ocurrió la traición, las cuerdas se soltaron y el capitán y los 5 botes abandonaron a los 147 hombres en medio del mar.

Les habían arrojado un par de barriles de vino, un poco de agua y una caja de galletas, si las repartían bien, quizá podrían llegar a tierra firme sin sufrir mucho, con ese pensamiento se fueron a dormir.

Pero a la mañana siguiente se desató una pelea, el agua y un barril de vino se cayeron por la borda, las galletas se acabaron y para colmo, 20 que dormían se cayeron al mar y murieron ahogados, los de la orilla querían estar al centro y los del centro no se querían mover.

Hubo disparos, golpes, cuchillazos y la cosa terminó con casi 70 muertos.

Al día siguiente y luego de un día sin comer, uno de ellos propuso comerse la carne de algunos muertos y algunos aceptaron, otros luego de dos días más, también cedieron.

Lo que hacían era cortar la carne de sus compañeros muertos y la ponían a secar al sol, era eso o la muerte, de hecho cada día se atajaban varios al mar o bebían agua salada, otros no perdían la esperanza y decían que el gobierno los estaba buscando y los rescatarían.

Al cabo de una semana ya sólo quedaban 27 hombres, cada día se escuchaban las misma voces, unas de pesimismo y llanto, otras de enojo, otras de optimismo y ademas voces de locura, esas se terminaban arrojando al mar.

A la semana el vino que les quedaba se agotó.

Luego de un día sin agua y a punto de caer en la locura por culpa del sol abrazador, empezaron a beber su orina.

Cada día sufrían más y estaban más débiles, marchitándose hasta desfallecer, hasta el punto de no poder moverse y siendo asesinados y luego comidos por sus compañeros

Tras 10 días en el mar, muchos habían perdido la esperanza y pasaban el día llorando en el suelo de la balsa otros trataban de jugar con el agua, hacer juegos y trivias mentales o lo que fuera para no perder la razón.

Pero cada día estaban más y más débiles.

El día 13 ya sólo quedaban 15 hombres y es justo este momento el que decide reflejar Gericault en su famosa pintura.

El momento en el que a lo lejos ven un barco que cada vez se aleja más y más, así que deciden agitar las manos y pedazos de tela esperando que los vean a lo lejos

Los tripulantes de la otra nave, los ven, en la balsa hay júbilo pero tardan en entender que a pesar de que los han visto, el barco francés al que le pidieron ayuda, no piensa volver por ellos, unos se niegan a creerlo y otros han abrazado la cruel verdad.

Al final 10 lograron sobrevivir ya que se reencontraron con el mismo barco al día siguiente, el gobierno francés lo mandó a la zona donde se hundió la medusa, pero no crean que fueron a rescatarlos, en realidad fueron a buscar en los escombros, cofres y cosas de valor

El Capitan fue arrestado luego de escuchar los testimonios de los 10 sobrevivientes que llegaron a tierra (en realidad llegaron 15 pero 5 murieron siendo atendidos)

El gobierno trató de ocultar el suceso y aunque sí encarcelaron al capitán, su condena fue sólo de 3 años.

Pero la pintura de Gericault cambió todo, se volvió un símbolo del sufrimiento y desesperación humana, motivó movimientos sociales y se convirtió en un recordatorio de la ineptitud e ineficacia del recién reinstaurado gobierno monárquico, que por cierto prohibió la pintura.

Pero el daño ya estaba hecho, la monarquía francesa (ahora sí) tendría los días contados, y Gericault nos dejó una gran lección al retratar los más bajo y crudo de la desesperación humana y es que...

A veces hay dos modos de ver una misma situación, y una está llena de sombras y todo es malo

En otro hay luz y esperanza a pesar de todo, sólo tienes que voltear allá, pero...

El problema es que a veces la situación te rebasa y no quieres ni pensar en ella, ni sabes cómo llegaste ahí, no te lo mereces y no es justo no poder hacer otra cosa mas que lamentarte...

Pero siempre se puede hacer algo...

Al final hagas lo que hagas, hay situaciones en donde lo único que puedes decidir, es elegir la actitud con las que vas a tomar la cosas, no te hagas aún más difícil el camino, jamás olvides que todo pasa.

Todo saldrá bien, resiste y nunca dejes de buscar la luz.

Fin.