La educación en España se ha frenado: no destaca y no mejora ni en excelencia, ni en equidad. Cada nueva generación de españoles estaba más cualificada que la anterior… hasta que llegamos a los nacidos después de 1975. En ese punto, el avance se detuvo. 
Aunque España tiene el mismo porcentaje de millenials con titulación superior que el resto de la OCDE, duplica la tasa de personas de 25 a 34 años con formación secundaria básica. Tenemos una generación dividida entre muy formados y poco formados.
La falta de avance que se aprecia en las notas de las pruebas PISA realizadas por la OCDE es inapelable: no hay mejora en las calificaciones medias de matemáticas, ciencia ni lengua desde el principio del siglo XXI.
España tampoco destaca en excelencia educativa: apenas una persona de cada diez examinada en PISA 2015 obtuvo una nota top en alguna de las tres materias (lengua, ciencia, matemáticas).
En definitiva, la mejora paulatina de la educación durante el siglo XX se ha frenado en los últimos años. ¿Qué ha pasado? ¿Y qué deberíamos hacer para desbloquear el progreso? Comencemos por los retos clave. 👇
Sin duda alguna, el abandono escolar explica mucho del frenazo educativo español. Se ha detenido la caída del abandono temprano de las últimas décadas: hoy, un quinto de la población joven llegará a la vida adulta sin una palanca de oportunidades.
La repetición de curso es otra barrera en el camino. Su incidencia en España casi triplica a la media de la OCDE. No hay justificación en las capacidades del alumnado: más bien se trata de una práctica arraigada en una concepción de aprendizaje y evaluación mecánica.
La repetición de curso muestra cómo la renta de los padres condiciona fuertemente las oportunidades de los niños: la probabilidad de haber repetido es CUATRO (!!) veces mayor en el caso del alumno en situación de desventaja socioeconómica con respecto al alumno aventajado.
Miremos ahora el lado de la estructura educativa. Lo primero que se observa es que invertimos poco si nos comparamos con los países de nuestro entorno. Además, no somos particularmente eficientes en la asignación de la inversión.
Los centros educativos españoles tienen poca autonomía en comparación con los de otros países europeos. Esto es un problema porque los centros con más autonomía suelen mostrar una mejor calidad de gestión, normalmente asociada con un mejor rendimiento académico.
Los centros tienen que lidiar, además, con un currículum (= conjunto de enseñanzas) caduco, prescriptivo y burocrático, excesivamente extenso en contenidos y asignaturas. Esto actúa como una camisa de fuerza sobre el alumnado, sobre las escuelas… y también sobre el profesorado.
El profesorado español realiza un enorme esfuerzo con los recursos (comparativamente escasos) de que dispone, pero necesitan más facilidades para desarrollar su carrera profesional, algo que sin duda beneficiaría enormemente a sus alumnos.
Por ejemplo: los mecanismos de inserción en la carrera docente son muy poco usados en España. Pero cuando se emplean, los propios profesores perciben que su eficacia en su labor mejora.
En ese mismo sentido, las redes de apoyo profesional mutuo dentro del profesorado están infra-utilizadas en España. Así, cada docente se acaba convirtiendo en una isla.
¿Por qué no se han afrontado todos estos retos hasta ahora? ¿Qué ha impedido la reforma?
Hacia adentro, en el sistema educativo español prevalece una cultura selectiva y un modelo orientado a la calificación, en lugar de mirar hacia el aprendizaje como fin último.
Hacia adentro, en el sistema educativo español prevalece una cultura selectiva y un modelo orientado a la calificación, en lugar de mirar hacia el aprendizaje como fin último.
En el plano normativo, es inevitable que la educación tenga una enorme carga política. Pero en España esta carga es más polarizante. Es normal que los partidos tengan posiciones distintas, manteniendo un conflicto entre corto plazo (elecciones) y largo (reformas). Pero...
…pero el marco del debate educativo que imponen partidos y organizaciones está diseñado para que sea casi imposible alcanzar acuerdos. En cierta manera, nos centramos en problemas que no son los más importantes, sino los más polarizantes.
Cuando en la pasada legislatura se creó una Subcomisión para un pacto por la educación en el Congreso, resultó que poco a poco emergían ciertos consensos que ¡coincidían con los retos enumerados más arriba!
Hay tres lecciones que podemos sacar de todo ello para lograr la reforma necesaria que desbloquee el progreso educativo:
Necesitamos una suma de acuerdos, no un gran pacto.
Hay que formar consensos importantes y no polarizantes.
Todo ello con visión gradualista de largo plazo.
Necesitamos una suma de acuerdos, no un gran pacto.
Hay que formar consensos importantes y no polarizantes.
Todo ello con visión gradualista de largo plazo.
Es con este espíritu que desde @EsadeEcPol proponemos dos acuerdos educativos para esta legislatura. Ambos parten de una máxima: no es necesario elegir entre calidad y equidad; se puede avanzar en ambas de manera simultánea.
El primer acuerdo: Plan PROA+ contra el abandono escolar temprano, que recupere los Programas de Refuerzo, Orientación y Apoyo de 2005-2012. El programa contaría con 500M€, escalables hasta 5.000M€ conforme se vaya evaluando el resultado positivo de las medidas.
El segundo acuerdo: PROFES+ para el impulso de la profesión docente, enfocado en dotar de las mejores herramientas a nuestros profesores para mejorar su preparación, adaptarse a los cambios educativos y lograr mejores resultados.
Las dos propuestas se basan en las mejores experiencias propias y foráneas, incorporan la necesidad de evaluar las políticas (nuevas y viejas) para asegurar la eficiencia en el gasto.
Las dos, además, aspiran a crear un consenso en torno al progreso de la educación.
Las dos, además, aspiran a crear un consenso en torno al progreso de la educación.
La explicación completa de retos, bloqueos políticos y culturales, y el detalle de cada propuesta está en el primer Policy Brief de #EsadeEcPol: esade.edu/itemsweb/wi/re…
Escrito por @cabralestweet & @toniroldanm, apoyado por defensores de una educación mejor y más equitativa.
Escrito por @cabralestweet & @toniroldanm, apoyado por defensores de una educación mejor y más equitativa.
