1. Hay algo profundamente preocupante en los razonamientos de López: No conoce ni entiende algo tan básico como la realción entre causa y efecto. Tiene una idea metida en la cabeza, y no hay modo de sacarlo de allí. Eso en un presidente autoritario es gravísimo. Te explico:
2. Hay algo que se llama realidad y no hay modo de evadirla. Tarde o temprano nos alcanza. A través de los siglos descubrimos que nuestro mejor modo de conocerla y relacionarnos con ella es comprendiendo las causas y sus respectivos efectos. A eso en general lo llamamos ciencia.
3. Es obvio que nadie puede conocer todas las causas y todos los efectos. Es decir, la ciencia de todas las áreas de conocimiento humano. Por eso la importancia de siempre buscar tener una cultura general amplia y, además, un modo de pensar riguroso.
4. Es lógico que el presidente de un país no domine todas las áreas de conocimiento. Por eso la importancia de que integre su gabinete con gente COMPETENTE. De ese modo, las decisiones las toma gente que entiende las causas y efectos de lo que le compete.
5. Ese es un primer problema con los líderes autoritarios. Tienden a interferir en todo, y eso implica alterar las decisiones tomadas por gente que sí sabe. Por supuesto, hay diferentes niveles de autoritarismos. Lo normal es que estos se limiten a las áreas de control político.
6. Con ello me refiero a que líderes autoritarios promedio (dictadores, caciques) tratan de controlar todo lo que tiene que ver con el uso de la violencia o el orden social, pero pueden dejar otras áreas -ciencia, deportes, agrícola, etc.- a gente que sabe del asunto.
7. López es un líder autoritario atípico en ese sentido. Es alguien que cree que tiene la estatura humana para controlarlo todo. Su fragilidad psicológica es tal que no soporta las sensaciones de que no lo controla todo, ni de que la gente lo deje de adular.
8. Esto se traduce en que invade la esfera de decisiones especializadas, y además cree que eso es maravilloso y que todos deberían darle las gracias, incluso que no merecemos tanta bondad suya hacia nosotros. Pero hay otro problema que hace esto todavía peor.
9. Si esa obsesión por interferir en todo es mala, se agrava porque López es una persona de cultura general muy limitada, vuelos intelectuales muy bajos, y nula capacidad para el razonamiento riguroso. O sea, no sólo es metiche. Además es un mal metiche. Un pésimo metiche.
10. Lo que se puede ver en este video es muy sintomático: Un López embriagado de multitud, atorado en su discurso en el que la corrupción es su eje obsesivo, y llegando al exceso de decir que sin corrupción, las pandemias no nos van a afectar.
11. Sería bastante malo que López estuviera manipulando a su audiencia prometiéndoles algo imposible (derrotar a la pandemia porque ya no hay corrupción). Pero la situación es peor: López verdaderamente lo cree. Lo dice porque está convencido de que es verdad.
12. Su nulo contacto con el razonamiento riguroso lo hace vivir en una Falacia Ad Populum permanente: Mientras sienta que el pueblo le da la razón, lo que dice TIENE QUE ser verdad. El pueblo no se puede equivocar. Él, apoyado por el pueblo, tampoco.
13. ¿Cómo explicarle que una pandemia no tiene moral? No depende de la ética. Afecta por igual a corruptos y honestos, buenos y malos. Es cierto que un esquema sanitario corrupto puede ser peor, pero eso no significa que en un esquema honesto simplemente NO SEA, no exista.
14. Presuponiendo que hubiera verdadera honestidad en el gobierno y en el sistema de salud pública, el éxito o fracaso en el tratamiento de una pandemia depende de que se tomen las decisiones correctas. Si no se toman, con todo y honestidad nos va a cargar el payaso.
15. Ahora bien: ¿Existe verdadera honestidad en el gobierno? No. Es imposible. Con un presidente autoritario que impone decisiones neófitas en todas las áreas, es imposible mantener el control necesario para erradicar la corrupción. Si además no hay rigor de análisis, peor.
16. Por eso López cree que tiene un gobierno libre de corrupción, pese a que tiene en sus filas a gente como Bartlett, Bejarano-Padierna, Napito, etcétera. Y lo peor es que cree que POR ESO es que la pandemia no nos va a afectar. Aunque algo bueno está saliendo de todo esto.
17. Y es que la sociedad civil está reaccionando. El gobierno no quería cancelar eventos multitudinarios -básicamente, por la afectación económica; y es que el gobierno sabe que está jodido-, pero la propia gente comenzó a anticiparse a eso.
18. Eso empujó a la SEP a tomar una decisión sensata (cancelar clases a partir del 20), aunque no deja de dar risa que lo matizó evitando hablar de una cuarentena (que es lo que es). Salieron con la babosada de que "se adelantan las vacaciones".
19. El último gesto de López que evidencia su nula comprensión del asunto, sus severas limitantes intelectuales, y la absoluta carencia de rigor en sus razonamientos, es que dijo que sin corrupción habrá dinero para enfrentar la crisis. Absolutamente falso.
20. Dense una idea: Estados Unidos destinó 50 mil millones de dólares para enfrentar la pandemia. Un promedio de 166.6 USD por persona. A la CDMX le asignaron hoy 5 mdd. Un promedio de 40 centavos USD por persona. Con eso vamos a enfrentar la crisis.
21. ¿Qué va a hacer López cuando choque contra la realidad? Obviamente, negarlo. Y cuando ya no sea posible, echarle la culpa a otros. Esa es la inevitable conducta de un presidente delirante y sin contacto con la realidad.
