Thread by @Navegaciones

¿Y si se endeudan los empresarios?
(Hilo sobre salarios, empleos, impuestos y deuda)

Coparmex, CCE y la AMIA pretenden que las empresas y los grandes causantes dejen de pagar impuestos o que, al menos, puedan diferir el pago 6 meses y cubrirlo a plazos y sin intereses.

Afirman que su propósito es evitar afectaciones a los salarios y proteger los empleos.

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Citibanamex de plano clama por aceptar un déficit fiscal o por la aplicación de un gasolinazo.

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Como siempre, los barones del dinero y sus organismos cúpula cuentan con el respaldo del PAN, el cual, por boca de Marko Cortés pide una prorroga del pago de impuestos, la presentación de la declaración anual y pagos al Seguro Social y el INFONAVIT.

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Esta demanda de condonar, aplazar o diferir pagos de impuestos se presenta justo cuando los ingresos petroleros están en su punto más bajo en muchos años y en momentos en los que el gobierno debe destinar cuantiosos recursos a la atención de la crisis sanitaria.

Si se cumpliera la demanda de los potentados, el gobierno tendría que escoger entre suspender los programas sociales y los apoyos de emergencia a los sectores populares o contraer deuda.

Es decir: endeudar a toda la población para que los grandes empresarios no tengan que hacer frente a dificultades financieras.

Suspender los programas sociales es impensable: hay millones de personas que en esta circunstancias dependen de manera crítica de sus pensiones, becas, apoyos al campo, microcréditos y precios de garantía.

La otra solución, es decir, contratación de más deuda pública, equivaldría a volver a la clásica solución del pasado: endeudar a todo el país con tal de aceitar las finanzas de los más ricos. Así se resolvían las crisis cíclicas en el régimen neoliberal.

Por la aplicación repetida de esa receta, hoy el fisco destina una gran porción de sus ingresos a pagar deudas como la del Fobaproa y la que contrataron Calderón y Peña para financiar su frivolidad y sus raterías y para compensar la evasión fiscal de consorcios y magnates.

A los pobres nadie les da créditos; es por ello ineludible que el Estado los apoye en esta situación crítica. En cambio, los magnates y sus conglomerados sí pueden endeudarse. Si en verdad no les alcanza para pagar salarios e impuestos, que sean ellos los que se endeuden.

F I N