Ahora se multiplican las manifestaciones sobre lo peligroso de depender de producciones que tienen que venir del exterior y sobre la necesidad de renacionalizar procesos fabriles. No se, me suena un poco hipócrita. Desde mediados de los 70 lo guay, lo bueno, lo ideal,
era ir a un país subdesarrollado -en vías de desarrollo, se les denominó después- a fabricar de todo porque era infinitamente más barato: los salarios eran de chiste, las reivindicaciones laborales nulas, las normas medioambientales inexistentes, y las facilidades fiscales
totales. Y eso ha sido así hasta el 2016, cuando la sofisticación tecnológica empezó a poner de manifiesto que ya había bienes que no podían ser elaborados por humanos porque la calidad requerida precisaba roborizar su producción, y para tener robots, mejor tenerlos
aquí al lado, junto a los lugares de consumo. Y en estas ha llegado el virus. Y ahora lo chacho es 'desglobalizar' y 'relocalizar'. Pes bien. Pues vale.
