Hola, bienvenidos a la última edición de “Mirando curvas”. Más allá de los anuncios concretos del día de hoy, es claro que el Gobierno reconoce implícitamente que la estrategia del encierro y del miedo no tienen más nada que ofrecer, por lo menos en la zona del AMBA.
Los números de la Ciudad de Buenos Aires los venimos compartiendo con cierta periodicidad y son contundentes. En paralelo iban avanzando las interacciones entre personas y el descenso de casos, internados y, finalmente, fallecimientos.
Algunos todavía sostienen que el descenso se debió al aumento de cuidados. Sinceramente, no veo cómo puede sostenerse esa afirmación. Con una mano en el corazón y los datos en planilla, qué creen que aumentó en el último mes y medio: ¿los cuidados o la población ya contagiada?
Casi en paralelo y con unos días de retraso, el descenso de CABA se ve replicado en el GBA, demostrando que la evolución del virus no depende tanto de la gestión sanitaria sino de sus propias condiciones de desarrollo.
El resto del país está algunas semanas atrasado pero en varias provincias ya se ve el recorrido completo y otras ya comienzan el descenso. Los casos globales empiezan a bajar sistemáticamente y pronto lo harán de manera muy evidente las cifras de fallecidos totales.
Ya sabemos que Argentina va a terminar en muertos por millón en el tope de la tabla. Hemos superado o superaremos a Brasil, Chile, Suecia, EEUU, Francia, Italia, etc. Lo único que tienen en común es que en algún momento el discurso oficial los usaba como ejemplos negativos.
No hay contrafáctico posible: las medidas extremas tomadas por Argentina no impidieron que el país tuviera indicadores tan malos como cualquier otro. El sacrificio enorme que hizo la sociedad no tuvo el efecto deseado. No hay manera de negar este extraordinario fracaso.
Aún así, se puede pronosticar que las cifras finales de fallecidos van a estar en un orden muy similar a la de las enfermedades respiratorias que azotan al país año a año. El último boletín epidemiológico publicado habla de un descenso abrupto de influenza, bronquiolitis y otras.
Es una hipótesis a verificar pero altamente probable que, por lo menos en Argentina, el Covid haya reemplazado a la gripe común. Lamentablemente, los datos de defunciones en nuestro país tardan un año en ser publicados pero no se ve un aumento de la cantidad de muertos totales.
En síntesis, mi hipótesis es que el país se detuvo para evitar una cantidad de víctimas de enfermedades respiratorias que iba a ser aproximadamente la de todos los años. Además, fracasó en ese intento.
Este fracaso, creo, generó el discurso de la vacuna, como única salida posible. La vacuna no existe hoy y no vale la pena discutir sobre algo que todavía está en una etapa preliminar.
Queda la famosa “segunda ola” que no sería más que el contagio de la población previamente no contagiada y que se mantenía distanciada. Es difícil saber si sucederá aquí y si será de menor intensidad. Pero sí sabemos que la estrategia que no debe usarse es la de la cuarentena.
Expresadas estas ideas generales, creo que ya no queda mucho para decir por este medio. Empecé “Mirando curvas” casi de casualidad, tratando de ver la evolución del virus en los distintos países. Aprendimos muchísimo en el proceso y creo que hicimos preguntas pertinentes.
Muchos de ustedes colaboraron con artículos, datos, entrevistas y objeciones particulares y generales. Le estoy muy agradecido por este aprendizaje en conjunto. Espero que no haya necesidad de retomar. Saludos.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
