Aquí va otra historia de juicios. Es la historia de una persona a la que un día la vida se le paraliza porque, sin saber de qué va la cosa, se ve involucrada en un proceso penal en el que le piden cárcel. La razón: un error de conceptos en una pericial informática. HILO👇
Sergio (nombre inventado) recibe una citación para declarar como investigado. Se le imputa haber realizado diversas publicaciones en internet que perjudicaron gravemente a María (también invent).
Sergio va a declarar tranquilamente porque no hizo esas publicaciones. No conoce de nada a María ni tiene razón alguna para perjudicarla. Cuenta eso ante el juez y se va a casa. Él todavía no sabe que le quedan 3 años de procedimiento penal ni que el fiscal le pedirá cárcel.
Pasa un tiempo desde su declaración y un día le llega a su casa un auto que dice que, tras la investigación, hay indicios de que ha cometido un delito e irá a juicio. El fiscal presenta su acusación y le pide prisión y multa por un delito contra la intimidad de María. 
Una vez se accede a las actuaciones vemos lo que ha pasado en la instrucción para llegar hasta aquí. Un juez ve indicios de que es autor de un delito y un fiscal presenta su acusación y le pide cárcel. La razón: un informe pericial le señala a él como autor del delito.
El informe está elaborado por la Guardia Civil y dice que el número de IP desde el que se hicieron las publicaciones es del investigado, por lo que el investigado es el autor del delito. Normal que el juez y el fiscal lleguen a esa conclusión: la Guardia Civil lo ha identificado.
Explicamos al juez qué identifica realmente un número de IP: indica que las publicaciones se hicieron desde una conexión que está a nombre de Sergio pero no que él en concreto las hiciera. Además en el día y hora de la publicación Sergio estaba a 40 km de distancia de su conexión
Aportamos una pericial y un documento que acredita que Sergio estaba muy lejos de su conexión el día de los hechos. Además en el juicio explicamos que nos acabábamos de conectar a la wifi de la librería de al lado y que todo lo que hiciéramos saldría a nombre de quien la contrató
Además en el juicio tuvimos oportunidad de preguntarle a los agentes que hicieron las periciales si, además de lo de obtener el nombre vinculado a ese número de IP, practicaron alguna prueba adicional que les condujera a Sergio. La respuesta es la que suponíamos 👇
La jueza no alargó la pena de banquillo de Sergio. Ni siquiera dejó el asunto visto para sentencia. Lo absolvió de viva voz en ese mismo acto. El fiscal se reservó la posibilidad de recurrir, pero pasó el plazo y no lo hizo. La sentencia quedó firme y Sergio puso candado al wifi.
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