Durante la mayor parte de 2020, el SARSCoV-2 saltó de humano a humano, acumulando mutaciones a un ritmo constante de dos por mes, lo que no es especialmente impresionante para un virus. En gran parte, estas mutaciones han tenido poco efecto.
Pero recientemente, tres versiones distintas del virus parecen haber convergido de forma independiente en algunas de las mismas mutaciones, a pesar de estar separadas por miles de millas en el Reino Unido, Sudáfrica y Brasil.
Una mutación es un cambio genético; una variante es un virus con un conjunto específico de mutaciones.
El hecho de que estas mutaciones hayan aparecido no una, ni dos, sino ahora tres veces (que sepamos) en variantes con comportamiento inusual sugiere que confieren una ventaja evolutiva al virus.
theatlantic.com/health/archive…
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Las tres variantes parecen volverse más comunes. Y los tres son potencialmente más transmisibles.
Cada vez que hay mutaciones que surgen independientemente unas de otras en varios lugares, es realmente una señal.
Está surgiendo un nuevo patrón distinto.
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