El Cártel Jalisco Nueva Generación ya se instaló en el oriente de CDMX, tanto así que ha comenzado a vender droga con su logotipo en Tláhuac e Iztapalapa.
Hace un par de semanas una fuente que conoce bien los rincones de la alcaldía Tláhuac, especialmente la frontera con Iztapalapa, me dijo que a su barrio le había llegado nueva mercancía desde hace aproximadamente un mes.
Con la nueva mercancía llegaron nuevos jefes que se identificaron como gente de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, quienes entraron al barrio con pistolas en las manos amenazando con secuestrar a quienes se opusieran a ellos.
Esta fuente me insistió en que, para contarles esta historia a ustedes, primero debía hablar con un chico que conoce a la perfección el relato de esta invasión: "El Dany", quien hace años atiende un punto de venta de droga disfrazada de pulquería en la zona de Zapotitlán.
Tras un viaje de una hora, ahí lo encontramos, detrás del mostrador de ese negocio donde a nadie le preocupa la pandemia.
No hay sana distancia, tampoco cubrebocas. Los clientes se apretujan en un espacio cerrado con seis mesas con mota tipo kush que languidece en el aire.
"El Dany" tomó unos minutos de su hora de comida para contarme que, hasta hace un mes, a sus 31 años de vida, sólo había tenido tres jefes: el primero fue su padre, asesinado hace 12 años en el Reclusorio Oriente a manos de un viejo rival que lo apuñaló en el cuello.
El segundo fue Felipe de Jesús Pérez Luna, “El Ojos”, el líder del Cártel de Tláhuac, abatido por miembros de la Secretaría de Marina el 20 de julio de 2017.
Y el tercero fue el hijo del “Ojos”, “El MK”, quien desde la cárcel aún lucha por su feudo.
Pero a principios de febrero, algo inusual ocurrió.
Un tipo tétrico llegó a la pulquería acompañado de dos personas más. Según "El Dany", apenas entraron sintió una vibra pesada, un mal presentimiento que se confirmó cuando aquel cliente le mostró una Glock 9 milímetros.
Aquel hombre dijo que, a partir de ese día, era su nuevo jefe: se presentó como "El Ahorcado" y le anunció que el grupo de los "jaliscos" ya tenía comprada la plaza del oriente chilango.
O "El Dany" se alineaba o lo alinearían a balazos.
No era sorpresa que Tláhuac se había vuelto en un terreno sin dueño.
Desde que "El Ojos" fue asesinado sus hijos habían intentado mantener el control del grupo. Pero las luchas al interior del cártel, excesos y traiciones, terminaron por hacerles perder autoridad en la zona.
Y como sucede cuando hay un vacío de poder, otros lo aprovecharán y se instalarán en el trono.
Durante varios años, esos aspirantes a nuevos reyes llegaron desde Jalisco y, poco a poco, fueron tomando posesión de Tláhuac:
Al principio, como refuerzos para pelear contra la hegemonía de La Unión Tepito. Luego, como amos y señores del oriente de la capital.
“El Ahorcado” estuvo en la pulquería sólo unos minutos.
Al día siguiente sus dos acompañantes aparecieron, sin él, arrastrando unas bolsas: unas con ladrillos de droga y otras con bolsas pequeñas, resellables, de distintos tamaños, para las dosis de droga.
Una tercera bolsa llamó la atención del "Dany". Algo que jamás había visto en Tláhuac: cuadros del tamaño de la yema de un dedo con las iniciales CJNG.
Debajo de las letras había una cabeza encapuchada y dos rifles de asalto cruzados, como bandera de pirata, pero versión narca.
No están jugando, dijo mi fuente cuando "El Dany" se acabó su cigarro de mota y regresó a esa pulquería fachada de punto de venta de drogas, ahora bajo el mando de "El Ahorcado".
Si los "jaliscos" ya tienen su propia marca es porque se han apoderado de la región.
En un mes, esas bolsitas se han movido con rapidez por Tláhuac.
Lo saben los pobladores, lo saben los usuarios de droga, lo saben los adictos de la frontera con Iztpalapa, lo saben los policías encubiertos y los federales que hacen labores de inteligencia.
Han enterrado su marca como un ejército que planta su bandera en señal de que ha conquistado un territorio que ya no está en lucha.
Basta un viaje al oriente de la Ciudad de México para ver que el CJNG está más angustiantemente cerca que nunca.
Dejo acá el enlace al pódcast para que quien quiera escuchar la historia de la marca CJNG.
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