Creo que es positivo que el debate acerca del currículum se centre en discutir sobre el equilibrio entre conocimientos amplios y conocimientos profundos. Ahora debemos evitar que, como suele pasar, termine cayendo en los tópicos que no permiten un debate sano y constructivo.
En mis hilos he subrayado muchas veces que no tiene sentido decir cosas como que "no hace falta adquirir conocimientos porque están en Internet" o "lo importante es desarrollar habilidades superiores". Ejemplo:
Ahora bien, reconozco que esos malentendidos sobre la importancia de los conocimientos responden a la voluntad de realizar una crítica que confunde los conocimientos en sí con una forma concreta de adquirirlos: lo que popularmente denominamos "de memoria".
Asumamos pues que cuando se expresa rechazo por los aprendizajes «memorísticos» no se rechaza la adquisición de conocimientos, sino una forma de adquirirlos que no conlleva comprensión.
Si esto es así, la crítica ciertamente tiene sentido. En efecto, unos conocimientos que se adquieren de manera superficial, sin apenas comprensión, no serán duraderos, ni transferibles, ni funcionales, ni productivos.
Sin comprensión (o mejor dicho, sin profundidad) los conocimientos no contribuyen al desarrollo de habilidades como la creatividad, la resolución de problemas, el análisis crítico, etc. Habilidades que de hecho no pueden desarrollarse sin dichos conocimientos [1].
Los conocimientos profundos son conocimientos muy bien conectados entre ellos y organizados en nuestra memoria alrededor de grandes ideas, vinculadas a múltiples contextos. Esto los dota de significado y los hace transferibles a nuevas situaciones.
Esto también los hace funcionales (podemos emplearlos para «hacer cosas», desde interpretar nuevos casos a resolver nuevos problemas) y productivos (nos facilitan aprender más). De hecho, todo esto también conlleva que sean más duraderos.
Adquirir muchos conocimientos de manera superficial no ayuda a desarrollar estas habilidades, aunque el conocimiento superficial es siempre el primer paso hacia el conocimiento profundo. ¡No adquirimos conocimientos profundos en una sola oportunidad de aprendizaje!
Los conocimientos profundos se desarrollan mediante su aplicación en múltiples contextos, y por medio de la reflexión desde múltiples perspectivas, lo que requiere de múltiples actividades de aprendizaje alrededor de las mismas ideas, modelos o procedimientos [2].
Por lo tanto, para que los estudiantes desarrollen unos conocimientos más profundos es indispensable ofrecerles más tiempo y más oportunidades.
Por eso siempre tendremos que debatirnos entre dedicar el tiempo de clase a desarrollar unos conocimientos profundos aunque menos amplios o bien a primar una mayor amplitud a costa de una menor profundidad. Es una limitación impuesta por el tiempo.
A todas luces, la investigación sobre el aprendizaje nos indica que los conocimientos que confieren mayor ventaja a los estudiantes para avanzar en su aprendizaje en cursos posteriores (y en otros aspectos de su vida) son los conocimientos profundos.
Así lo reflejan estudios como el de Schwartz (2008): tras analizar 8.000 alumnos concluyeron q los q en clase de ciencias del instituto habían trabajado menos temas pero con mayor profundidad obtuvieron mejores resultados en las materias de ciencias en su 1er año de universidad.
A partir de este hecho, vale la pena reflexionar en pro de un buen equilibrio entre amplitud y profundidad. En definitiva, no se trata de discutir si conocimientos sí o conocimientos no, sino de la calidad con la que se adquieren dichos conocimientos. En otras palabras...
No tiene sentido quitar el foco de los conocimientos, pues estos son la clave para desarrollar cualquier habilidad «superior». De lo q se trata es de permitir q se adquieran con mayor profundidad. Pues solo así serán duraderos, transferibles, funcionales y productivos. FIN.
Referencias:
[1] Willingham, D. T. (2008). Critical thinking: Why is it so hard to teach? Arts Education Policy Review, 109(4), 21-32.
[2] National Research Council. (1999). How people learn: Bridging research and practice. National Academies Press.
[3] Schwartz, M. S., Sadler, P. M., Sonnert, G., y Tai, R. H. (2008). Depth versus breadth: How content coverage in high school science courses relates to later success in college science coursework. Science Education, 93, 798-826.
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En más de una ocasión me han preguntado si la memoria es importante para el aprendizaje. Por ello, humildemente me gustaría tratar de clarificar a continuación lo que es la memoria y explicar así por qué una pregunta como esa resulta un tanto paradójica. Abro hilo.
Aunque de manera cotidiana empleamos la expresión «aprender de memoria» para referirnos a un aprendizaje de información sin comprensión, lo cierto es que todo lo que aprendemos, lo aprendemos «con la memoria».
No, la memoria no es una mero almacén de datos en nuestro cerebro. La memoria es la habilidad que tiene nuestro cerebro para moldearse a partir de nuestras experiencias y así conseguir responder de una forma más adaptativa a nuestro entorno.
Cuando informo sobre cuáles son (y cuáles no son) las estrategias de aprendizaje más efectivas según la investigación científica, con frecuencia recibo la crítica de los que, en base a su caso particular, indican que un método presuntamente poco efectivo «les funciona». 🧵👇
En este sentido, no solo resulta importante apreciar el carácter estadístico de las conclusiones científicas sino también entender lo que queremos decir cuando afirmamos que una estrategia de aprendizaje es más eficaz que otra.
Por un lado, que una persona supere con éxito los retos de aprendizaje a pesar de emplear estrategias poco eficaces, no significa q sea incorrecto considerarlas como tal. Las estrategias no son el único factor q determinará el éxito, solo uno que puede contribuir a alcanzarlo.
¿Cuáles son las bases neurobiológicas del aprendizaje? Esto es, ¿qué hace posible nuestra memoria a largo plazo? ¿Y qué hay de la memoria de trabajo? Aquí les dejo un breve hilo con un par de nociones básicas sobre neurobiología del aprendizaje (en clave divulgativa).
La memoria a largo plazo y la memoria de trabajo son dos constructos psicológicos muy relevantes para entender los procesos de aprendizaje. En mis hilos he hablado varias veces sobre ellos, pero siempre desde el ámbito de la psicología, sin apenas referirme a su base biológica.
Para situarnos, la memoria a largo plazo es la facultad para adaptar nuestra conducta al entorno y las circunstancias a partir de nuestras experiencias previas. En realidad, no existe una sola memoria a largo plazo, sino que este concepto engloba distintos tipos de memoria [1].
@FECYT_Ciencia Vaya, creo que esto requiere de un hilo... Veamos. Los "conocimientos profundos" son aquellos que están bien organizados y conectados con otros conocimientos en nuestra memoria a largo plazo. #FECYTedu#coNprueba
@FECYT_Ciencia Además, están asociados a conocimientos sobre condiciones de "aplicabilidad", es decir, las situaciones y contextos en que son relevantes. #FECYTedu#coNprueba
@FECYT_Ciencia Esto implica que sean: significativos (dotados de significado), duraderos (no se olvidan fácilmente), transferibles (aplicables a nuevos contextos), funcionales (útiles para razonar, crear soluciones y resolver problemas) y productivos (útiles para obtener nuevos conocimientos).
Tan pronto como hemos aprendido algo ya hemos empezado a olvidarlo. Sin embargo, aunque el olvido es un proceso inevitable, lo que aprendemos puede olvidarse a ritmos muy distintos. Esto diferencia un aprendizaje duradero de uno efímero. ¿De qué depende, pues, la tasa de olvido?
En 1885 Hermann Ebbinghaus registró el que es considerado el primer estudio científico sobre la memoria (a pesar de sus limitaciones)[1]. Con sus experimentos, Ebbinghaus estableció la conocida "curva del olvido", gráfica que refleja precisamente el ritmo con que olvidamos.
Aquí tenéis la curva del olvido idealizada, en este caso mostrando el % de información retenida en relación al paso del tiempo. Pero se puede representar de otras formas, como el tiempo ahorrado en reaprender algo q aprendimos en función del tiempo transcurrido desde entonces.
Es curioso que, siendo tan obvio como parece ser, muchos estudiantes no aprecien la importancia que tiene dormir para aprender y para rendir mejor ante un reto académico. ¿Por qué es tan crucial dormir para el aprendizaje? ¿Y por qué no es recomendable tomar cafeína? Abro hilo.
El sueño no solo nos proporciona el descanso necesario para "recargar" nuestros recursos cognitivos, imprescindibles para realizar cualquier tipo de tarea mental, sino que es fundamental para aposentar y consolidar lo aprendido durante el día anterior [1].
Cuando dejamos de prestar atención a algo sobre lo que hemos estado aprendiendo, nuestro cerebro sigue trabajando para consolidarlo en la memoria a largo plazo. Aunque este proceso se pone en marcha desde q codificamos la información, es durante el sueño cuando más eficiente es.