¿Imaginas ser capaz de entrar en el agua, bucear y no sentir la falta de aire? ¿Imaginas no percibir que aumenta el carbónico y dejarte llevar hasta que dejas de estar? ¿Es eso una virtud o una condena? ¿Y si es una enfermedad?
Quizá esa enfermedad tenga nombre y puede que ese nombre surja de una especie de cuento.
De cuando los hombres miraban al cielo para encontrar historias, de cuando dormir era un evento extraño repleto de miedos.
Ella es Ondina.
En realidad es una de mucha ellas.
Ondina.
Ninfa de agua cuya belleza te mira y observa.
Belleza que termina por atrapar a un joven caballero.
El caballero, esclavo de lo que no sabe termina por ser esclavo de sus promesas.
- Serás la única a la que ame - le dice.
Y la Ninfa sonríe y el caballero es feliz.
Y el caballero viaja y termina por incumplir su palabra.
Y ella ve.
Y ella sabe.
En su reencuentro Ondina le explica lo ocurrido. Cada palabra describe lo hecho por un hombre que cae sin armas, ha perdido. Egoísta y derrotado pide perdón. Pero la Ninfa observa callada y es entonces cuando separa los labios para musitar una maldición sin escape.
- Querido caballero, cuando duermas dejarás de respirar. Para seguir respirando no podrás caer dormido. Tu dormir será la muerte. Tu pesadilla no querer jamás caer dormido.
El caballero trastabilló y la ninfa se marchó, lentamente, como deshaciéndose en un humo que lo envolvía todo.
El hombre se tocó el pecho, siendo consciente de cada inspirar y espirar.
Quizá todo era mentira .
Se fue de allí mirando el cielo y temiendo la noche.
Y la noche llegó.
Con su oscuridad y sus estrellas.
Con su arrullo y su mano tendida hacia los párpados.
El caballero sentía peso en su corazón.
Combatía con ese susurro que era su cansancio, cerró lo ojos.
Inspiro.
Espiró.
Cayó dormido.
Murió.
Y diréis, ¿a que viene esta historia del caballero que al soñar murió?
Y respondo.
Viene a que hay un síndrome cuyo nombre es Ondina y que tiene por daño fundamental el del caballero.
Dormir es morir si no se hace nada para evitar ese sueño eterno.
Este síndrome, también llamado “síndrome de hipoventilación central”, es producido por una mutación que altera la percepción de “falta de aire” (me vais a permitir la licencia).
Niños que desde que nacen y duermen, nacen y pueden morir.
Esta enfermedad afecta también a otros automatismos neuronales.
Respiración.
Digestión.
Desarrollo cognitivo.
Dado que es un síndrome los signos y síntomas de mezclan en cada uno de ellos para conformar una expresión única de enfermedad en cada niño.
El diagnóstico no es sencillo. Se llega a él en ocasiones como el que deshoja una margarita, por exclusión. Se confirma mediante el estudio genético.
La medicina a veces es descartar lo que sabes hasta poner nombre a lo improbable.
En este caso lo improbable además implica ver la noche, el sueño, como un enemigo temible.
Cada vez que un niño con esta enfermedad cierra los ojos hay unos padres que tiemblan.
Imaginad la sensación y multiplicar por mil lo imaginado.
Su cuidado se realiza desde muchos enfoques, obviamente el respirar es el más importante. Gracias al desarrollo tecnológico se disponen hoy de mejores máquinas y mejores abordajes.
Dependientes de traqueostomía en la infancia y dependientes de no invasiva los adultos.
Del mismo modo que durante el sueño su sistema nervioso no percibe la “falta de aire” cuando bucean este hecho se repite.
Podrían bucear hasta perder la conciencia.
No lo sabrían.
Simplemente seguirían buceando.
Y es por eso que compartí este vídeo con vosotros.
Quizá ahora la respuesta sea otra o, al menos, tarde más en llegar.
Podéis mirar el vídeo y aguantar la respiración.
Sentir lo que os falta y caer en que hay otros, unos pocos, que ignoran que eso puede faltar.
15 de febrero de 1881
El doctor Carlos Finlay espera un barco en la Habana.
Manosea un libro escrito por François Bally.
Catástrofe en Barcelona.
Primer paso a Washington.
Carlos ignora que su viaje empezó sesenta años antes, con el chapoteo de un cuerpo lanzado por la borda...
29 de junio de 1821
El capitán del "Gran Turco" mira el cuerpo caer.
Son muchos los marineros muertos desde la Habana.
Son incontables los lanzados al agua.
Siente la fiebre y camina hacia su camarote.
Hombre grande, piel morena.
Cuando se tumba escucha un grito.
- ¡Barcelona!
30 de junio
El "Gran Turco" descansa en el puerto de la Barceloneta.
Se alza imponente junto a dos pesqueros.
Los marinos en tierra con sus familias.
El capitán, amarillo y cansado, duerme la fiebre en casa Paca.
Ha pedido a los calafateros que revisen y limpien el barco.
Viendo la evolución actual:
1️⃣ Impresiona el impacto positivo de las vacunas poniendo frontera de edad en la explosión de casos. Obviamente no son infalibles pero su efectividad es muy elevada.
2️⃣ Impresiona también ver cómo contienen las formas graves (hospital e intensivos).
3️⃣ Impresiona el impacto del ocio en interiores. Mucho se ha hablado de lo idóneo de ello hasta su reapertura, pero ahí están los hechos. Sin vacunas sería catastrófico. Los interiores deberían ser convertidos en exteriores adecuando su ventilación.
4️⃣ Impresiona ver cómo se ha abandonado la primaria. Ahora que el impacto no es en hospitales volvemos a ver que el emperador sigue desnudo. No se ha hecho nada por mejorar primaria ni salud pública. Ahora nos preocupa que se “sature” como si antes no lo estuviera.
Hay que empezar a decirle a la gente que en relación a #SARSCoV2, salvo catástrofe, no vamos a volver nunca a marzo de 2020.
Ni a septiembre de 2020.
Ni a enero de 2021.
Estamos en "otra pantalla".
Se acaba esta fase.
Lo intento explicar en un #HiloYTal en directo.
Tengo un rato.
Como estoy saliente de guardia, para no liarme usaré anclas.
1⃣ Somos un colador tupido.
2⃣ La catástrofe.
3⃣ Las vacunas.
4⃣ El futuro y los sustitos.
Vamos a ello.
1⃣ Somos un colador tupido.
Este virus nos ha hecho polvo porque TODO EL MUNDO se tuvo que enfrentar a él a ciegas. Hace un año todos éramos primerizos, no había leucocitos con la lección aprendida. Y claro, no es lo mismo hacerlo desde la flexibilidad que desde la rigidez.
Sobre las variantes hay que explicar a la gente que se encuentran porque se está secuenciando mucho.
Lógico.
Y cada vez que se detecta un cambio se pone el nombre del sitio en el que se hace la primera secuenciación.
Las variantes no se nombran porque preocupan.
Cuidado.
Además lo razonable es que las variaciones que sufra #SARSCoV2 lleven los cambios previos de otras.
También lógico.
Se varía sobre lo que circula, no hay alguna en eso.
Convertir en noticia la aparición de cada nueva variante es convertir en titular una nueva secuenciación.
Pues muy bien.
No se hace noticia su implicación clínica, solo que está ahí.
Pues vamos a tener “noticia” cada cierto tiempo.
Esta es la historia de una carta que unas manos doloridas empezaron a redactar en un campo de concentración.
Carta que se hizo artículo en revista científica y que fue olvidada medio siglo, hasta llegar a los ojos de un sorprendido escocés que levantó las cejas.
En octubre de 1944 el frío taladraba en Theresienstadt.
El viejo observaba al joven nazi acercarse.
El dolor era insoportable.
- La aspirina.
- Gracias - respondió.
- Invento alemán para un judío - dijo el joven antes de irse.
Arthur Eichengrün miró sus manos.
Decidió escribir.
Arthur era hijo de judíos.
Nacido en Aquisgrán en agosto de 1867.
Estudiante de química que tras un tiempo en Berlín demostró gran habilidad para la formulación de fármacos.
Hizo su tesis sobre un anestésico local y esto le permitió fundar su primer laboratorio en Ginebra.
Se repite mucho eso de que vacunarse también es por los demás.
Incluidos los que no se vacunan.
¿Pero eso se puede "demostrar"?
Es decir, ¿es posible saber qué efecto tiene vacunar a alguien sobre el resto?
Se puede.
Y creo que es importante explicarlo.
Se viene #HiloYTal
Habréis leído a muchos cansinos (como yo) repetir que eficacia y efectividad no es lo mismo.
Son como Coca-Cola y Pepsi.
Se parecen pero no son iguales.
Son mellizos en su confusión.
Evitaré más símiles como el de arriba para que este #HiloYTal no dañe a ningún nutricionista.