1. ¿Os acordáis de esas americanadas de acción en las que para salir de apuros al protagonista le bastaba decir que era ciudadano de los Estados Unidos? Pues hoy el pasaporte ante el que los malos se lo piensan dos veces es otro: el chino.
HILO.
2. Este es Leng Feng, el equivalente chino de Jason Bourne, Jack Ryan o Rambo. Feng es el héroe de 'Wolf Warrior', cuya secuela -'Wolf Warrior II'- es la peli más taquillera de la historia de China. ¡Y fijaos si hay chinos en China!
3. Leng Feng es un veterano de las fuerzas especiales. El tío es una máquina en el campo de batalla, una máquina en la cama y una máquina en la barra del bar. Por resumir: un hombre de acción, un tipo duro. Irene Montero diría de él que es un machirulo. Solo por eso nos cae bien.
4. La segunda parte de 'Wolf Warrior' se desarrolla en África, continente donde China proyecta buena parte de su política exterior, por no decir imperial. ¿Es ‘Wolf Warrior’ una pieza propagandista del Partido Comunista Chino? Por difícil que resulte de creer, no.
5. Para producir 'Wolf Warrior' el director y protagonista, Wu Jing, hipotecó su casa y arriesgo sus ahorros. También en China, la fortuna ayuda a los audaces: Jing ha obtenido el ciento por uno, si no más.
6. Hablábamos de los jerarcas chinos. Más que a la patria, fomentan la lealtad al Partido. Su problema es que los jóvenes del país, antes que comunistas, se sienten chinos. Y muy honrados, al parecer. Esto quizás explique el furor que causa ‘Wolf Warrior’ entre la chavalería.
7. Normal que la juventud china se emocione con una peli cuyo mensaje es que pueden andar por el mundo solos, confiados en que si algo les pasa tienen a todo un país detrás, protegiéndolos.
8. Todo esto en China. Mientras, Estados Unidos produce ‘Comando Queer’, cuyo héroe es Steve Maryweather, un superagente gay al mando de un equipo LGTBIQ. ¿Quién creéis que gana, Comando Queer o Wolf Warrior?
A diferencia de Wu Jing, yo no hipoteco mi casa para producir mi podcast, si bien mi dinerete me dejo. ¿Cuál es la contribución mínima? Suscribirse. Es gratis.
1. Pablo Escobar nació, vivió, mató y, finalmente, murió bajo el signo de la violencia. Ningún delincuente del siglo XX fue capaz de tanta sangre derramada para alcanzar sus ambiciones de riqueza y poder. Ninguno.
HILO.
2. El joven Escobar ansiaba ser alguien importante. Ni los libros ni el trabajo duro le parecían formas suficientemente rápidas de lograrlo. Mejor hacer carrera al otro lado de la ley con una actividad ya establecida en Medellín: la cocaína.
3. Escobar cimentó su emporio con una sencilla regla: plata o plomo; dinero para quien se plegara a su voluntad y muerte para quien se interpusiese en su camino. Hizo cumplir la máxima en Colombia y también en los Estados Unidos, su principal mercado.
1. Hace poco entrevisté a David Summers. Documentándome, descubrí la historia detrás de la canción 'Devuélveme a mi chica' (popularmente conocida como 'Sufre mamón'). ¡Con lo que nos gustan por aquí las historias detrás de las canciones! Os cuento esta.
HILO.
2. La chica de la canción se llamaba Macu y fue el primer amor de David. Él tenía 16 y ella, 15. Eran vecinos del Parque de las Avenidas, barrio madrileño asomado a la M30 y escenario de tantas canciones de los Hombres G.
3. Macu se fue con un niño pijo... porque ella era una niña pija. ¿Y David? Por esa época, él y sus amigos parecían una versión cheli de los Sex Pistols, con sus pelos de punta, sus chupas de cuero, sus vaqueros rotos... Normal que al padre de Macu no le hiciese ninguna gracia.
1. ¿Leer o no leer? La pregunta surge siempre que imparto una sesión sobre cómo hablar en público. ¿Mi respuesta? La cosa no va tanto de leer o no leer. Va de dónde tenemos fija la mirada al hablar. Me explico con un HILO.
2. Si hablamos con la vista puesta en un montón de papeles, no captaremos la atención del público. Sin embargo, hay ocasiones en las que ha de primar la exacta literalidad del mensaje por encima de otras consideraciones, como el interés de aquellos a los que nos dirigimos.
3. ¿Cuándo nos está permitido leer íntegro un discurso, sin levantar la vista del papel, con riesgo de aburrir al personal? Cuando somos el rey de Inglaterra, arrastramos un severo problema de tartamudez y tenemos que declararle la guerra a la Alemania de Hitler. Por ejemplo.
Si Felipe de Edimburgo sale con vida de esta y alcanza los cien años, no será ningún logro. Logro es que la corona inglesa haya sobrevivido a las continuas meteduras de pata del consorte a lo largo de las décadas. Vamos con una selección de impertinencias ducales.
HILO.
1. “¿A qué distrito representa usted?”, preguntó en una ocasión a un parlamentario. “Stoke-on-Trent”, respondió, orgulloso, el pobre infeliz. “¡Qué lugar más espantoso!”.
2. A una joven rubia despampanante, fijando su mirada en el escote: “Le bajaría la cremallera. ¡Pero me arrestarían!”.
1. Imparto cursos de oratoria y me gusta poner como ejemplo a Jiménez Losantos. "¡Pero si no pronuncia la erre, apenas levanta un palmo del suelo, los trajes le caen mal y anda todo el día enrabietado!", me dicen los alumnos. Y yo respondo: "Por eso mismo".
HILO.
2. "¿Y por qué no Luis del Olmo?", insisten los asistentes a mis cursos. No les falta razón: el tío tiene buena planta, viste de sastre, ha gozado del favor del gran público y tiene una dicción perfecta. Precisamente por todo eso, no me sirve. Me explico.
3. Navidad de 2007. Federico y Del Olmo se van a ver las caras, después de años atizándose cada mañana desde sus respectivos programas. El escenario del duelo será una gala en Ponferrada, patria chica de Del Olmo. Este tiene de su lado al público, bastante numeroso, como se ve.
1. Genovese. Gambino. Lucchese. Colombo. Bonanno. No son cinco apellidos escogidos al azar de los listines telefónicos de Sicilia, Nápoles o Calabria. Son las cinco familias de la mafia de Nueva York, cuyos miembros siguen operando hoy, solo que sin la fuerza de antes.
HILO.
2. A finales del siglo XIX y comienzos del XX, decenas de miles de inmigrantes procedentes de Italia desembarcaron en Ellis Island, Nueva York. No pocos lograron prosperar. Otros, los menos, prefirieron alcanzar el sueño americano con métodos al margen de la ley.
3. Entre los últimos se encontraba Salvatore Lucania, más conocido como Lucky Luciano. Fue -con Al Capone- de los primeros mafiosos en aplicar al crimen criterios de organización empresarial. Para ellos nada era personal; eran solo negocios.