1/ Un tema que quiero cubrir ampliamente en el #CursoDePeriodismo es el equilibrio entre negocio, ideología e información. Si parece un malabarismo difícil hoy es simplemente porque a los medios se las sopla con orquesta y coros, pero es simplemente cosa de fijar prioridades.
2/ Un periodista no es "la prensa". La prensa es el negocio, el poder, las relaciones políticas, la ideología del dueño o dueños, etc. El periodista individual debería asumir como única obligación el decirle a la gente lo que tiene derecho a saber.
3/ Y el público está tan desorientado que si un periodista ofrece información sesgada, falsea hechos y traiciona su responsabilidad con el público "sólo hace lo que le mandan". Asume que el periodista no es un profesional de la información, sino un pobre mercenario sin voluntad.
4/ Lo cual desprestigia a toda la profesión e iguala a ojos del público a todos los periodistas, alejando al público de toda posibilidad de informarse, dudando de todos los informes que recibe y quedando a disposición de los mejores manipuladores y no de los mejores informadores.
5/5 En este esquema, el empresario voraz no pierde, el demagogo promotor de ideologías no pierde, el periodista deshonesto no pierde. La sociedad pierde. Urge rescatar un periodismo digno.
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