Jeffrey nació el 9 de febrero de 1985 a las 25-26 semanas de gestación, en el Children’s Hospital National Medical Center de Washington DC. Born in the USA que diría The Boss.
Desde que nació estuvo conectado a un respirador debido a su inmadurez pulmonar y desarrolló otros problemas que son frecuentes en prematuros de tan pocas semanas. Entre ellos el ductus arterioso persistente.
El ductus arterioso es un vaso que comunica las arterias aorta y pulmonar y que es fundamental para la supervivencia del feto antes de nacer. Pero tras el nacimiento se debe cerrar en pocos días o semanas, cosa que a veces no sucede en prematuros.
Cuando no se cierra por sí sólo y da problemas, lo intentamos cerrar mediante fármacos (actualmente usamos ibuprofeno y a veces el paracetamol). Si no lo conseguimos, a veces hay que realizar una intervención quirúrgica para cerrarlo.
Este era el caso de Jeffrey. Había que cerrarle quirúrgicamente el ductus. El procedimiento se suele hacer en las propias UCIN y consiste en realizar una incisión en el pecho (toracotomía), separando las costillas para poder acceder al vaso, pinzarlo y seccionarlo.
Esta cirugía duró una hora y media y se realizó SIN anestesia. Únicamente le administraron un relajante muscular para que el paciente no se moviera durante la intervención. Jeffrey estuvo consciente en todo momento durante la intervención pero paralizado.
Jeffrey falleció con un mes y medio de vida en la UCIN y poco después, su madre, junto a otra madre cuyo hijo también fue intervenido sin anestesia, decidieron enviar sendas cartas al editor a la revista médica Birth, que la publicó en su número de junio. onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.…
En 1986 se publicó este artículo en @washingtonpost donde entrevistan a Jill Lawson, la madre de Jeffrey, cuya denuncia conjunta con Helen Harrison, madre de Edward (intervenido de hidrocefalia sin anestesia) cambió la historia de la analgesia neonatal. washingtonpost.com/archive/lifest…
Fin de hilo por el #diamundialcontraeldolor. Para que seamos conscientes de que hasta hace no mucho, los médicos hacíamos barbaridades como operar a prematuros sin anestesia.
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Eduardo nació a término tras un parto normal, pero al segundo día de vida el pediatra que tenía que explorarlo, antes de darle el alta notó algo en la exploración que no le gustó.
El bebé tenía los labios azulados y respiraba a un ritmo más rápido de lo normal. Rápidamente se le trasladó a la UCI neonatal. Su nivel de oxígeno en sangre estaba por debajo de lo normal, podría ser por un problema cardíaco, respiratorio, una infección...
Se avisó urgente a la cardióloga pediátrica, que nada más poner la sonda del ecógrafo sobre el pecho del bebé descubrió lo que sucedía. Eduardo tenía una cardiopatía congénita grave: canal auriculo-ventricular.
Algunas veces, por cuestiones de espacio, lo que no se cuenta de un caso clínico es tan interesante como que lo que se cuenta en la publicación que aparece en una revista médica. La historia que voy a contar es una de esas.
Esta historia comienza con una ecografía fetal y un diagnóstico: restricción grave y precoz del crecimiento intrauterino.
La protagonista de esta historia no crecía al ritmo que se esperaba y su supervivencia estaba en riesgo, así que hubo que practicar una cesárea a las 32 semanas de gestación.
Imaginemos que ingresamos a un lactante de 30 días con una bronquiolitis. La bronquiolitis es una enfermedad infecciosa que puede cursar con insuficiencia respiratoria grave y precisar cuidados intensivos, incluida ventilación mecánica no invasiva e invasiva (intubación).
Esto es importante: la bronquiolitis es una enfermedad para lo que NO existe un tratamiento curativo específico, por lo que únicamente podemos administrar tratamiento de soporte para mantener las funciones vitales del bebé (respirar, hidratarse, nutrirse...) mientras se recupera.
Supongamos que ese lactante ingresa en la UCI pediátrica porque necesita ser intubado y conectado a ventilación mecánica. La familia está muy preocupada porque su hijo no hace más que empeorar (evolución posible y esperable de una bronquiolitis en un lactante pequeño).
Los padres de Kim acudieron a su pediatra porque notaban que algo no iba bien en su desarrollo (spoiler: los padres casi siempre tienen razón). Kim tenía 15 meses, aún no había dicho su primera palabra y no podía ponerse de pie ni caminar sin ayuda de sus padres.
Kim nació a las 39 semanas de gestación tras un parto absolutamente normal, con un peso de casi 3 kg. Era su primer hijo y por tanto, al no tener referencias previas, no se percataron hasta los 15 meses, al ver que no hablaba, que Kim tenía un retraso del desarrollo.
Vas conduciendo por la carretera y te topas con un accidente. Un niño ha sido atropellado por un coche. Te acompaña @raquelsastrecom al volante, cosa que no te será muy útil desde el punto de vista sanitario, pero al menos habrá risas. ¿Qué hacemos?
Eres buena gente (y hay testigos) así que paras a socorrer a los accidentados,pero antes: te PROTEGES (P) tú y proteges a los demás, señalizando el lugar del accidente (triangulitos, chaleco...). Después AVISAS (A) al 112 y en último lugar SOCORRES (S) ➡️ Recuerda: PAS.
Hay dos ocupantes en el vehículo. Aunque su coche se ha salido de la carretera, ambos llevaban cinturón y aparentemente están en perfecto estado, pues salen por su propio pie. Nos quedamos más tranquilos. Centrémonos en el atropellado. Es un niño de unos 10 años y no se mueve.
Mario tiene 8 años. Hace una semana que empezó con algo de fiebre, vómitos y pérdida de apetito. Sus padres han decidido llevarle a urgencias para que le echen un vistazo porque ya son muchos días.
En urgencias, sus padres refieren que solía ser un niño feliz, pero desde hace unas semanas tiene episodios de irritabilidad con llanto incontrolable. Incluso a veces llega a golpearse la cabeza contra la pared de forma repetitiva y sin venir a cuento.Mario es autista no verbal.
Sus constantes vitales son normales a excepción de una leve taquicardia, algo que tampoco es inusual en un niño con fiebre y además agitado. No obstante, se le extrae una bioquímica básica con iones y glucosa y se le hace una radiografía de abdomen. Todo normal.