Y si desde nuestras posturas liberales o progresistas sólo se nos ocurre indignarnos públicamente por su homofobia le estamos haciendo el juego.
Y nuestra reacción siempre será primero reaccionar ante quien nos ataca que reflexionar sobre nuestras ideas.
Si a mí me atacan los progres porque no estoy seguro que su irrupción a la “normalidad” sea correcta, entonces rechazaré esas ideas.
Los que se sienten personalmente atacados por Bolsonaro y afines son menos que los que se resienten por el cambio de «lo normal»
Lo hizo Trump. Lo hizo el uribismo.