Thread by @LegionCanalla

Vino siendo un desconocido, desde tierras uruguayas, para volverse un emblema, un ídolo indiscutido, una leyenda que quedará siempre en el recuerdo de aquellos que lo vieron jugar y los que no. Hoy, en este nuevo #HiloCanalla, hablaremos (de pie) del enorme José Jorge González.

José Jorge González Silva, como era su nombre completo, nació un 27 de junio de 1944 en la ciudad de Montevideo, capital de la República Oriental del Uruguay 🇺🇾. Ese día y año, nacería un tipo que, a la postre, se convertiría en un ícono, una leyenda del Nuestro… para siempre.

Y de pibe o, mejor dicho, de botija, como suele decirse en el país vecino, la redonda de cuero sería su fiel compañía. Sus primeros pasos en el fútbol los daría en el @RacingClubUru, en 1963, a la edad de 18/19 años, cuando llegó a la 4ta del club verdiblanco.

Tras un partido en Reserva y luego de una gira del conjunto uruguayo por Bolivia, se afirmó en la Primera. Sus buenas actuaciones en el club Cervecero le dieron la oportunidad de calzarse la Celeste, integrando el plantel uruguayo Preolímpico de 1964 (sub-23) para disputar (...)

… los JJ.OO. de Tokio 64, aunque solo alcanzó a jugar los últimos 2 partidos de la competencia. Este torneo es recordado por un hecho lamentable: la Tragedia del Estadio Nacional de Lima, donde perdieron la vida 328 personas un 24 de mayo de aquel año.

Para fines del ’65, un fuerte rumor recaía sobre el joven jugador, un posible traspaso a un grande del país oriental y del continente: @OficialCAP. Sin embargo, el pase quedó trunco y, con 21 años, tuvo que hacer las valijas para encontrar nuevos rumbos… y vaya si lo encontró.

Cómo serán las cosas que el destino quiso que terminase recalando en Argentina, más precisamente en nuestra ciudad, Rosario, a poco más de 500km de su ciudad y país natal. Pero sería acá, en el Nuestro, donde volvería a enamorarse del fútbol…

1966 sería el año en el que nacería una leyenda para #RosarioCentral. Llegaría como “apuesta” (como suele decirse hoy), recomendado por un ex jugador del Nuestro: Rubén Bravo, goleador canalla de los 40s e ídolo de @RacingClub, por ese entonces DT del club charrúa.

Ese mismo año sería recordado por la vuelta de un histórico jugador surgido de @CARCInferiores, hablo de Marcelo Pagani, quien regresaba de su paso por distintos clubes de Italia 🇮🇹 (entre ellos el @Inter), pero también por la llegada de un refuerzo que haría escuela e historia.

¿Lo recuerdan? Sí, el gran Carlos Timoteo Griguol, que venía de jugar varios años en #Atlanta para terminar su carrera profesional en Central y convertirse en ídolo del Club un tiempo más tarde, ya como DT, a base de trabajo, esfuerzo, dedicación y, sobre todo, fútbol.

Retomando, el año ’66 sería especial por todo eso. Además, un año antes, como quizá recuerden, hubo elecciones en el Club. ¿Quién encabezaba la nueva CD? Un tal Adolfo Pablo Boerio, un personaje importantísimo que cambiaría completamente a Central desde todo ámbito.

Así las cosas, ese año también sería el debut definitivo del Negro, como cariñosamente le apodaban, con la casaca auriazul… casaca que vestiría, quién lo diría, por 12 años ininterrumpidos. No leyeron mal. Más de una década. ¿Imaginan algo por el estilo en estos tiempos?

Su debut, informal si se quiere, se daría un 21/1/66, en un partido amistoso durante la pretemporada del Club de cara al inicio del campeonato de 1ra en marzo. Fue ante el @skrapid austríaco. Victoria por 2-1 (goles de Pagani y Néstor Manfredi) y comenzaba su historia…

Oficialmente, su prueba de fuego la tendría ni más ni menos que en el debut del equipo en el torneo, fecha 1 del Campeonato 66, un 6 de marzo, de local y ante @CARPoficial. ¿Resultado? Victoria por la mínima, Adolfo Bielli de penal, y ya con un partido sobre el lomo.

¿De qué jugaba? De 4, o como se le decía antes, marcador de punta por derecha, de lateral hoy en día. Pero ojo, comenzó jugando por la banda contraria, de 3, aunque por consejo de José María Casullo, DT de la Reserva en esos tiempos, terminó por el carril derecho.

Y se afianzó rápidamente en el puesto y en la cancha. Tan solo un par de partidos le bastaron para terminar disputando 30 juegos de los 38 del torneo. Sí. Y todo esto con apenas 22 años. Y lo que le esperaba no sería para nada menor, porque seguiría sumando minutos y partidos.

¿Vamos a los números? Tomo como referencia la cantidad de partidos totales del Club por año, y sus partidos jugados de ese total. Miren:

-Año 66: 38 PJ – jugó 30

-Año 67: 37 PJ – jugó 34

-Año 68: 37 PJ – jugó 32

-Año 69: 47 PJ – jugó 37

-Año 70: 48 PJ – jugó 39

-Año 71: 58 PJ – jugó 42

-Año 72: 53 PJ – jugó 39

-Año 73: 50 PJ – jugó 39

-Año 74: 55 PJ – jugó 47

-Año 75: 72 PJ – jugó 52

-Año 76: 51 PJ – jugó 41

-Año 77: 58 PJ – jugó 55

-Año 78: 40 PJ (solo Metro) – jugó 34 (se iría luego del Metro)

Es decir, durante esos 12 años, RC jugaría un total de 644 partidos. Entonces, vale preguntar: ¿cuántos de esos partidos jugó el Negro? Atención: 521 (!!!). No, no hay error de tipeo, esa friolera de encuentros (entre competencias nacionales e internacionales) es la que disputó.

Es, por ende, con 521 partidos sobre sus espaldas, el jugador que MÁS veces lució nuestra amada auriazul en TODA LA HISTORIA. Ningún otro jugador, amateur o profesional, pudo alcanzar ese récord en Central. Es sencillamente único. Y ese privilegio lo tiene este señor:

521 partidos que se desglosan de la siguiente manera:

- 487 por torneos AFA (Campeonatos largos, Nacionales y Metros)

- 9 por @Copa_Argentina (1969 y 1970)

- 25 por @Libertadores (1971, 1972, 1974 y 1975)

Realmente, un todoterreno..

Y en su legajo, a pesar de ser lateral, también aparecen la cantidad de 10 goles convertidos. Todos, cabe resaltar, por campeonatos de 1ra División. El primero lo convertiría ante #Lanús, de visitante, por la fecha 10 del Nacional 68. Victoria por 4-1 y el suyo el 2-0 parcial.

O también tenemos este que quedó retratado. Corría la fecha 2 del Nacional 72 y, de local, fue goleada ante San Lorenzo de Mar del Plata por 5-0. Él abriría la cuenta a los 9’ de la primera parte y allí lo vemos, brazos en alto, festejando su gol, el 4to de sus 10 goles en RC.

Con una asistencia casi perfecta durante largos años, acompañado de algunos goles, fue pieza clave de la revolución deportiva de fines de los 60s, ni hablar de las temporadas posteriores donde se convirtió en un baluarte de la defensa canalla, inamovible en su sector.

Formación que veas, formación en la que él está. Clave en aquellos primeros equipos que empezaban a competir seriamente en los torneos, clave en los 2 torneos ganados durante los 70s, parte elemental de la columna vertebral, a pesar de las constantes renovaciones del plantel.

Jugador rápido, de baja estatura pero con una garra impresionante. Nunca un enganche, siempre hasta el fondo y centro al área. Característica que cualquier lateral debiera tener pero que José Jorge la cumplía a la perfección. Así es como vino la famosa Palomita de Poy.

Nacional 71, Semifinal del mismo en cancha de River. ¿Rival? @CANOBOficial. Promediando los 54’ del ST, todavía con el empate en el marcador, pelota para González que pica por la derecha, centro para @AldoPoyOficial y, de palomita, golazo y delirio canalla. La secuencia:

Y ya que estamos, no quería olvidarme: en materia #ClásicoRosarino, es el jugador que MÁS VECES lo disputó, con un total de 37 encuentros. Lo mismo: ningún otro jugador, de ambos clubes, pudo alcanzar esa cifra. Y saldo positivo: de 37 PJ, ganó 12, empató 19 y solo perdió 6.

12 años en los que el carril derecho casi siempre fue ocupado por un mismo hombre, desde su llegada al Club con apenas 22 años, su consolidación en el puesto de marcador de punta, hasta su última temporada en Central, 1978, ya con 34 años y toda la experiencia a sus espaldas.

¿Por qué publico el hilo hoy? Develo el misterio: un día como hoy, 22 de octubre, pero hace 40 años atrás, el Bili –como también le decían- jugaría su último partido con la auriazul. Y aquí lo vemos, ese día, llevado en andas por 2 pibes: “Chiquilín” García y el “Patón” Bauza.

Respetado por todos, ese sería el adiós definitivo. Y su partida sería con una sonrisa, ese encuentro terminó con victoria canalla por 3-1 sobre #Independiente, fecha 40 del Metro 78 en el Gigante, a 2 jornadas de la finalización del mismo.

Aunque su carrera continuaría. Para el Nacional 78, su siguiente club sería @Velez. A pesar de su corta estadía (apenas 2 años, hasta 1980), ese tiempo le valió para ganarse el cariño de los hinchas velezanos por su rendimiento dentro de la cancha. Fácil identificarlo acá:

Logró el subcampeonato del Metro 79 y alcanzó las Semis de la Libertadores 80. En total, 78 partidos jugados en el Fortín. Sin embargo, guardaba un gran sentimiento hacia su ex club, el Nuestro, por un hecho sucedido durante el mencionado Metro 79. Veamos:

Vamos a ponernos en contexto. Año 79, en Central, Don Ángel volvía como técnico luego de la partida de Carlos Griguol. Ese año, el equipo, con una base ya establecida por Timo más algunas incorporaciones, jugó un fútbol de alto vuelo, conocido como la Sinfónica.

Arrasó en el Metro (puntero de su zona) y, para las rondas finales, accede a las Semis. El rival era justamente #VélezSarsfield, donde se encontraba jugando el Negro. Era partido de Ida y Vuelta, y el primero se jugaría en Rosario, derrota por la mínima y @elgraficoweb decía:

“Lo que queda cuando el fútbol es fiesta” La tristeza de González: Jorge José González es un profesional ejemplar. Durante 12 años lo demostró en Central. El domingo fue la figura del partido de su actual equipo, Vélez, ganó en Rosario. (sigue)

Se fue de la cancha sin festejar, respetando el dolor de quienes le demostraron su cariño durante más de una década: “Ganó Vélez, pero estoy triste. Cuando terminó el partido y lo vi llorar a Trama, corrí al vestuario. El domingo voy a tratar de jugar mejor que hoy… (sigue)

… porque Vélez es mi club. Pero, por favor, no me pidan que me alegre de ganarle a Central…” Lo que leyeron es un fragmento de dicha revista, del 31/7/79 – Nº 3121.

¿Hace falta acotar algo? El tipo era un profesional, pero tantos años con la azul y amarilla no se olvidan..

Y tras su paso por Vélez, volvía a romper otro récord, esta vez a nivel nacional: con un total de 565 encuentros en Primera División, José Jorge González sería (y es) el EXTRANJERO con MAYOR CANTIDAD de PARTIDOS DISPUTADOS en toda la historia del fútbol argentino.

Ya al final de su carrera, jugaría 28 partidos para @gimnasiaoficial en 1981, mientras dicho club se encontraba en la vieja 1ra B. Luego volvería a sus pagos, para jugar un año en @RiverPlateU (1982) y por último en el club que lo vio nacer allá por el ‘63: Racing, en 1983.

Con casi 40 años, le diría adiós al fútbol definitivamente. 20 años consecutivos jugando a la pelota, desde sus inicios allá en Uruguay, pasando por Argentina, donde encontraría su lugar en el mundo, hasta la vuelta a sus tierras, donde finalmente le diría adiós a la vida.

El Negro fallecería un 2 de marzo de 1991, a la temprana edad de 46 años. Es muy poco conocida la verdadera historia sobre su muerte, ya que siempre fue una persona de un perfil muy bajo, es quizás por eso que nunca tuvo mucha prensa, inmerecida por cierto.

Algunas fuentes dicen que murió en la miseria, pobre, fruto de problemas personales y el alcohol. Otras, que fue hallado sin vida en un vagón de pasajeros abandonado cerca de la estación de Retiro.

Sin embargo, buscando info, me topé con un comentario -a nombre de Graciela González- en una página web, quien expone que murió producto de un tumor en la laringe, en el Hospital La Española de Montevideo. Se desconoce la verdad pero elijo creer esa versión.

A fin de cuentas, y pese a su lamentable final, si alguien me pregunta qué definición de “ídolo” en Central tengo, mi respuesta será clara: José Jorge González, el que más partidos defendió la auriazul, bicampeón y emblema de una época dorada del Club. Un verdadero ÍDOLO.

Y personalmente, para finalizar, pienso que el @CARCOficial (en su momento) no se portó de manera adecuada con alguien que sí merece estar en banderas, al igual que Griguol por ejemplo. Creo que es deber, aunque tarde, de darle mayor reconocimiento, porque lo merece.

Donde quiera que estés, acá un pequeño homenaje para un charrúa gigante. Negro querido, que en mucha paz descanses y gracias por todo lo que dejaste. Gloria eternal para vos. Espero haya sido una buena lectura de esta verdadera leyenda canalla.

¡Fin del hilo!