Se fue otro 20 de diciembre, y con él, la crónica de un fracaso. El fracaso de la Alianza, el fracaso de un acuerdo entre el radicalismo, el socialismo, sectores del peronismo no menemistas, excomunistas y comunistas del PC, los intransigentes del PI, los socialcristianos y más
La Alianza representó desde 1997, la esperanza por terminar con el modelo neoliberal que implantó el gobierno del presidente Menem. Bunge y Born primero, fracaso mediante. Cavallo luego, enamoramiento y mitificación del 1 a 1. Privatizaciones a granel y jubilación privada
Era el reingreso del modelo que había reinado en los '30, con el fraude patriótico; pero ahora, con el voto popular y un instrumento electoral, el peronismo. Salvo el puñado del Grupo de los 8, el MTA y lo que será más tarde, la CTA; todos se encolumnaron detrás del riojano
Hasta que comenzaron los primeros acuses de recibo de la oposición. El fracaso del Molino, primero; y el éxito de la Alianza en el '97, que triunfa en la provincia de Buenos Aires con Graciela Fernández Meijide sobre el invencible aparato duhaldista. Había un cambio posible
La desocupación y la marginalidad, a fines de los '90, empezaron a pavonearse por las grandes ciudades. Y los conflictos de Cutral Có y Tartagal, no hacían más que demostrar que el ajuste en las empresas públicas había dejado millones fuera. La crisis vino con el 1 a 1 y se quedó
La Alianza eligió sus candidatos en una elección nacional masiva que funcionó como un plebiscito. Fernando de la Rúa le ganó a Graciela Fernández Meijide en todo el país, salvo en la provincia de Buenos Aires y la ciudad de Buenos Aires. Allí, el FrePaSo impuso sus candidatos
La campaña del 99 consistió principalmente en actos y caravanas donde participaban: Elisa Carrió, que solía abrir muchas veces y era celebrada; Raúl Alfonsín que bendecía el acuerdo; y los candidatos, Carlos "Chacho" Álvarez y el propio de la Rúa. Ambos, moderados en el discurso
Una campaña con una mayoría radical, y una militancia variopinta que sumaba el FrePaSo. Los pongo por orden alfabético y olvidaré algunos: Alessandro; Auyero; Bravo; "Juanpi" Cafiero; Conti; Fatala; Garré; Giustiniani; Ibarra; Laporta; Macaluse; Parentella; Polino; y Raimundi
También los intelectuales se sumaron en masa, Alfonsín y Álvarez reunieron y entusiasmaron a cerca de 80 referentes; entre ellos estaban Cavarozzi, Delich, Torcuato Di Tella, Ford, "Pepe" Nun, Portantiero, Quevedo, Hilda Sábato, Sarlo y Terán. Academia, exilio e intelectualidad
La elección presidencial significó la primera vez en la historia que el peronismo le debió entregar el bastón de mando a un presidente de otra fuerza política, y sucedió. De la Rúa asumió con un gabinete con poco sabor a coalición, y que a poco de andar, volvió sobre sus pasos
Tuvo el cimbronazo inesperado de la derrota en el principal distrito con Ruckauf y Solá, rápidamente pagó la cuenta ofreciendo un integrante en el triunvirato del PAMI al peronismo bonaerense, Horacio Rodríguez Larreta fue el bendecido desde la ciudad de La Plata.
Si bien tuvo un gran éxito en el inicio con el levantamiento de la Carpa Blanca; una protesta docente que llevó años frente al Congreso y que la Alianza, ni bien llegó, resolvió en un acuerdo firmado, en gran medida, porque la dirigencia gremial de CTERA acompañaba al frepasismo
La política económica nunca mostró un despegue, por el contrario, en vez de inyectar dinero, se optó por ajustar los salarios medios y altos del sector público y de los jubilados. Un error garrafal en un país que producto del ajustazo de los '90, tenía una economía quebrada
Indecisiones, incapacidades, internas de pasillo, operaciones de baja calidad institucional y humana se llevaron puesto al vicepresidente. En una muestra de torpeza pocas veces vista, se eligió respaldar a un personaje menor, que luego salió eyectado producto del affaire Banelco
Sin aire, con la economía estancada, intentó ajustar a la educación y chocó contra las universidades públicas. Se llevó puesto a un ministro ajustador en Economía, en sólo 15 días; y llamó a Cavallo, con un discurso opuesto al que había aplicado en los '90. La sociedad lo celebró
Esa embriaguez duró semanas, el Cavallo "bueno" que venía por la producción y el trabajo chocó contra su bomba de tiempo, la de un 1 a 1 que ya no se sostenía. Y llegaron las parlamentarias, el gobierno hizo agua. Fue la elección del antivoto agitado por Hadad, Laje y Longobardi
El peronismo entendió, era cuestión de esperar. Diciembre a la vuelta de la esquina. De la Rúa con escasa capacidad de maniobra y comprensión, una Alianza quebrada y el escenario internacional que no acompañaba. Una bomba de tiempo que estalló el 3 de diciembre con el corralito
El resto es tema de debate, cuánto fue digitado, cuánto fue organizado, cuánto hubo de genuina pueblada. Cuántos salían por los dólares retenidos, cuántos por la vacaciones afuera, cuántos por la desocupación galopante, cuántos por el imposible "Que se vayan todos"...
Se perdió una esperanza, la que se construyó con el objetivo de derrotar la matriz cultural perversa del "te quedaste en el '45", que había acuñado el propio peronismo en los '90 y se ganó una lección. No basta con ganar, además hay que gobernar
