Thread by @pediatraencasa

Declarada la emergencia sanitaria en Washington por brote de sarampión.

¿Saben por qué la gente cree que la vacuna del sarampión produce autismo?

Fav y RT y les hago hilo del oscuro Dr. Wakefield 😉.

Lo prometido es deuda... ¡empecemos!

La historia de Wakefield y la vacuna del sarampión, es una verdadera historia de terror.

La falta de escrúpulos y la ambición de un médico, llevaron a una de las crisis de credibilidad más grandes que han sufrido las vacunas y que a la fecha sigue impactando.

Andrew Wakefield, médico gastroenterólogo de 41 años, publica en 1998 en la prestigiosa revista Lancet, una asociación entre el autismo y una enfermedad intestinal relacionada con la vacuna MMR…

…(de las iniciales en inglés de sarampión, parotiditis y rubeola – measles, mumps, rubella).

O triple viral para nosotros…

El doctor, mostraba los casos de 12 niños, en los cuales tras la vacunación con MMR, aparecía una rara afectación intestinal y luego la presencia de síntomas neurológicos, aparentemente consistentes con el diagnóstico de autismo.

El estudio estaba apoyado con biopsias, resonancias de cerebro, exámenes de sangre, todo soportando dichos hallazgos.

A partir de allí su fama se disparó: En rueda de prensa dijo, que aunque eran pocos los casos, con los resultados encontrados y la posibilidad de una epidemia mundial, era necesario detener la vacunación hasta que se probará esto en más pacientes.

“Es un asunto moral para mí” – dijo.

De inmediato la vacunación cayó, tanto que allegados al Primer Ministro inglés de la época, Tony Blair, sugirieron que el menor de sus hijos no había sido vacunado por esto.

La noticia recorrió el mundo: Entrevistas, conferencias, apareció en “60 minutos”, el importante programa estadounidense, demostrando su teoría. Miles de padres de hijos autistas, quienes por años habían buscado una causa, gritaban ahora en contra de MMR.

PERO...

... Todo era una farsa…

Y no lo descubrió la comunidad científica, si no un periodista británico, Brian Deer.

Deer (en el 2004 - 6 años después) descubrió que el “buen” Dr. Wakefield había recibido pagos por un abogado, Richard Barr, con el fin de que familias afectadas por autismo demandaran a las farmacéuticas que producían MMR.

Por tanto, Barr contrató a Wakefield para que “encontrara” evidencia para proceder con esta demanda.

Para colmo de males, los pagos se hacían por medio del “Fondo de ayuda legal del Reino Unido”, un fondo que el gobierno tiene para que los más pobres accedan a la justicia.

Con honorarios de 150 libras por hora para Wakefield, la cuenta alcanzó 435.643 libras (unos 750.000 dólares).

Pero no contento con esto, 9 meses antes de presentar su estudio, patentó una vacuna de sarampión sola, que era la opción que el mismo recomendaba como viable para evitar nuevos casos de autismo.

Las ganancias que se estimaban podía haber alcanzado Wakefield con su estudio, entre su pago y la venta de la patente de su vacuna, se calculaban en 28 millones de libras al año. Nada más...

Se descubrió que las muestras se alteraron, que los datos se cambiaron, que se buscaron pacientes inclusive fuera de Inglaterra, para que se ajustaran a las necesidades del estudio.

Ademas, cada de uno de los casos se seleccionó de familias conocidas por ser anti-vacunas.

Los síntomas no aparecieron a los días, como decía el doctor, si no hasta muchos meses después. Y cinco de ellos ya tenían afectación antes de la vacunación.

En el estudio decía que nueve tenían el diagnóstico confirmado, cuando realmente solo a uno se le demostró autismo.

En resumen todo un tratado de lo que no se debe hacer en una investigación científica.

Lancet se retractó, a Wakefield se le quitó su licencia, pero el daño estaba hecho…

A pesar de haber pasado ya casi 15 años desde que se destapó este fraude, muchas personas siguen creyendo ese abominable artículo.

Y así es como la falta de escrúpulos y ambición que siempre se atribuyen a las farmacéuticas, en este caso fueron las razones que movieron a este "médico" y sus amigos a hacer lo que hicieron.

Así que la próxima vez que alguien le mencione la supuesta relación entre autismo y vacuna triple viral o de sarampión, puede contarle la historia del oscuro Wakefield.

O hacerlo pasar por acá y con gusto intentaremos resolver sus dudas.
Si quiere que se las resuelvan.
Siempre con el mayor respeto.
Y si confía en la información científica.

No quiero atender niños con sarampión.
Menos si es por falta de vacunación.
Es una enfermedad que puede ser mortal o con secuelas para toda la vida.
#VaccinesWork
FIN.