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Leo sobre la Revolución Cultural China. Sus mecanismos brutales, su retórica, sus expresiones para justificar el salvajismo. Los vuelvo a encontrar en las columnas del fin de semana de los diarios para justificar el silencio cómplice con la dictadura venezolana. Mismas palabras.
De gente que sé inteligente, informada, que deliberadamente prefiere la política del avestruz frente a violaciones masivas y sistemáticas de DDHH, que de hacerse en nombre de otro signo político serían los primeros en denunciar. Porque lo importante es no hacerle el juego a Trump
No sólo están del lado equivocado del historia, no se dan cuenta de que esa ceguera voluntaria ante una atrocidad de esta escala le quita credibilidad moral a su palabra cada vez que pretendan levantar la bandera de los DDHH.
Es el mayor éxodo de un país latinoamericano de los últimos 50 años. La violación de los DDHH es denunciada por Amnistía Internacional y Human Rights Watch, organizaciones que en otros casos citan con gusto. Y se atrincheran en el silencio cómplice o la retórica de la guerra fría
Si ves el mapa de quién apoya a quién, eligen estar del lado de regímenes en los que ellos serían las primeras víctimas de la censura y la represión- a menos que figuren como comisarios políticos.
