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Entre el lunes y hoy estuve en San Cristóbal (Táchira) y Mérida, así que viví está nueva edición del apagón en los Andes venezolanos. Comparto en un breve hilo mi experiencia.
El lunes llegué a San Cristóbal para dictar una conferencia. Tuve que viajar desde El Vigía. Al llegar al hotel, a eso de las 2 pm me encuentro con la noticia que no hay luz. Así que entré en pánico.
Pero me impactó la calma de los organizadores del evento y de los empleados del hotel. En ningún momento se plantearon suspender el evento con mi conferencia, pautado para ese día a las 5 pm. Yo pensé que no iría nadie dado el apagón.
Mi sorpresa es que ese evento estaba full, más de 200 personas... El hotel contaba con planta pero el aire no funcionaba muy bien. Y esa gente asistió. Y estaban con calma. El estresado era yo.
Caí en cuenta que tras años de apagones, la gente de Táchira había incorporado a su rutina estos eventos. Pero no desde la resignación. Sino desde el seguir en pie, intentando hacer país en una situación anormal.
La mayoría de las empresas cuentan con plantas, sistemas de almacenaje de combustible, entre otras. Los tachirenses no dejan de operar así les falte la luz. Ellos me dieron calma y ánimo a mi.
El martes, seguíamos sin luz, tuve reuniones con clientes y luego salí desde San Cristóbal a Mérida, esa tarde tenía el segundo evento. Me impactó el nivel de "pesificación" de la economía en esas zonas. El peso manda. En menor medida el dólar y el Bolívar ausente...
Así que es una economía muy particular, impactada por Cúcuta y donde los mayores competidores de los comerciantes son los comerciantes del vecino país, dada la facilidad de pasar la frontera.
En la tarde, sin luz, tuvimos el segundo evento. Y allí estaba la gente. Incluso gente de Trujillo y Barinas. Me sentí esperanzado, porque mi país, ese que yo a veces siento perdido, está lleno de gente que no se rinde.
Vi en la noche una Mérida apagada pero con más vida que lo que vemos en Caracas cuando pasan estas cosas. Agradecí a Dios por permitirme vivir el segundo apagón en los Andes, porque me dio otra perspectiva de nuestra gente.
Y agradezco también al Grupo Principal (@GrupoDistPrinci) por haberme invitado, por la calidez y mística de su gente. Y por seguir haciendo país a pesar de la oscuridad, literalmente.
