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[Hilo] Claro que las y los profesionales en Medicina somos gordofóbicas y gordofóbicos. El problema no es el índice de masa corporal, es que nuestro ego y nuestra formación pareciera que no nos deja verlo.
Durante mis rotaciones clínicas escuché todo tipo de frases peyorativas para referirse a personas con algún grado de obesidad: “qué pereza atender gordos”, “ella es gordita pero vacilona”, “los no se cuidan hay que atenderlos rápido”, “ese es un árbol de navidad, tiene de todo”.
No solamente somos poco éticas, sino que tenemos la limitante de seguirles atendiendo con gordofobia disfrazada de “criterio médico” y con un enfoque biologista. Sí sí, tus triglicéridos, tu colesterol, tu resistencia a la insulina; pero atendemos pacientes no laboratorios.
Usamos además una metodología de miedo en lugar de educar o dedicarse a analizar las determinantes sociales de la salud, tanto a nivel individual o colectivo. ¿Será que no estamos preparados, a nivel general, para atender ciertos factores de riesgo?
Hablémoslo, la gran mayoría no sabemos como manejarlo. No tenemos el perfil para montar un plan nutricional, conocemos mínimo sobre prescripción de ejercicio. Y está bien no saberlo, no fuimos formadas para ser "todólogas", para eso somos parte de equipos interdisciplinarios.
Y masomenos aquí viene la salud pública, porque no, salud pública no se reduce a esa manera mezquina que quieren verlo que es cuánto “gasta” la caja por estas complicaciones del sobrepeso y obesidad y por el “descuido de algunos en su estilo de vida”.
Porque si de malos estilos de vida hablamos, esto es lo nuestro. ¿Cuántos días (de los que recomendamos) hacemos ejercicio?, ¿cuánta azúcar consumimos para rendir las trasnochadas?, ¿el menú de los comedores hospitalarios es balanceado? Y no hablemos de nuestro consumo de alcohol
No tenemos equidad en acceso de servicios de salud aún menos para los programas de prevención y atención de enfermedades. Ahí es donde entra en juego la salud pública, y ahí es donde el sistema está fallando. ¿Cuál es la relación de plazas nutrición/medicina en un área de salud?
Dejemos de lado la práctica paternalista, donde sólo nosotras sabemos qué se hace y se debe obedecer porque sino habrán consecuencias. Recuerden que no son sus cuerpos y nadie consulta para ser juzgado, el consultorio debe ser un espacio de discusión en un entorno seguro.
Atendamos personas y no patologías. Ofrezcamos información y manejos actualizados y personalizados. Hablemos de complicaciones, no infundamos miedo, brindemos las herramientas para que, quienes confiaron en nosotras, tomen las mejores decisiones sobre sus cuerpos.
Ofenderse por la existencia de la palabra gordofobia no aporta nada a este debate, tampoco andar pidiendo estudios científicos sobre lo mismo, no seamos arrogantes. No encaremos a alguien porque según nosotras “hace poco por su salud”. Seamos empáticas. Primum non nocere.
La obesidad se asocia a considerables complicaciones médicas, no solamente de enfermedades ya existentes, sino a futuro. Pero también es causa y factor de riesgo de muchas patologías mentales. Todo eso no se maneja en 15 minutos, no perdamos el tiempo siendo gordofóbicas.
