Thread by @RafaelPoulain

Pongan antención que hoy les voy a contar la historia de Marie Curie.

Nuestra historia empieza el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia, ese día nació María Sklodowska y fue la quinta hija del matrimonio formado por el profesor Wladyslaw Sklodowski y la también profesora y pianista, Bronilslawa Boguska

En aquel entonces la Rusia Zarista gobernaba Polonia, y había muchos conflictos, de hecho la familia de María había perdido todas sus propiedades, mantener 5 hijos era muy difícil, superarse aún más en una familia con mujeres ya que el gobierno prohibió que las mujeres estudiaran

Pero los padres de María eran muy conscientes (siendo maestros) de la importancia de la escuela, su padre decidió a apostar por la educación de sus hijas y las inscribió a un colegio donde María se destacó tanto, que a los 15 ya estaba lista para entrar a la universidad.

La universidad Flotante era una institución “fantasma” que se dedicaba a dar clases a escondidas, especialmente a mujeres y así fue como María logró asistir de manera clandestina a la universidad, pero una tarde su hermana mayor le propuso un trato.

María trabajaría y le mandaría dinero a su hermana para que pudiera estudiar medicina en París, y le prometió que cuando fuera una exitosa doctora, ella haría lo mismo y pues María confió en su hermana y le empezó a mandar cada rublo que ganaba.

Su hermana mayor, tras un par de años se casó con un joven que conoció en la universidad y juntos instalaron un consultorio, y con las ganancias de ambos, trasladaron a María a París para que pudiera estudiar física y así cumplir la promesa que se hicieron ambas hermanas.

A María en París, le afrancesaron el nombre y todos en el ámbito científico la llamaban “Marie”, y estaban intrigados ya que esta chica de 24 años no soñaba con casarse, soñaba con ser una gran científica y por ello asistía a todas las clases que podía en La Sorbona.

Sus compañeros la miraban intrigados, era una chica guapa que vestía de manera humilde que casi no comía, pasaba frío por las noches, sólo tomaba algo de té mantequilla y pan, todo su dinero se lo gastaba en libros y en pagar el pequeño cuarto donde vivía.

El mundo le era hostil, la hacían menos por ser mujer, se burlaban de ella y era menospreciada, pero el jamás buscó venganza, no quería derrotar a nadie, no quería ser más que nadie, simplemente quería ser feliz y cumplir su sueño y el mundo poco a poco la empezó a aceptar

Poco a poco sus esfuerzos y sufrimiento rindieron frutos, ya que se volvió la mejor alumna de su clase de (casi 800 alumnos) y así se graduó como licenciada en Física, pero eso no fue suficiente ya que al terminar, estudió matemáticas y terminó como la segunda de su clase.

Era 1894 y justo ese año, siendo licenciada en matemáticas y física, conoció a un hombre que se enamoró de ella, de su tenacidad, de su intelecto, y él le propuso matrimonio a esta joven científica y que por cierto hablaba 4 o 5 idiomas, ese joven se llamaba “Pierre Curie”.

Y bueno, lo de joven es un halago ya que para la época era ya un hombre algo entrado en años (Tenía 35 años y ella 24), ella en un principio rechazó a Pierre y se fue a Varsovia a dar clases en la universidad de Polonia pero las autoridades se lo negaron.

No importaron sus extraordinarias credenciales, Marie era mujer y era suficiente para no contratarla, y eso coincidió con que Pierre le mandó una carta donde le decía que él dejaría todo por ella y se iría a polonia a vivir con ella, a impulsarla y ayudarla a cumplir sus sueños.

Él haría lo que sea por estar con ella, y ahí Marie supo que era el hombre de su vida y volvió a París, un año después se casaron, no tenían nada de dinero, pero tenían mucho amor y para su luna de miel compraron un par de bicicletas y se fueron a recorrer la campiña francesa.

Mal comían y mal dormían, pero reían y conversaban hasta altas horas de la noche, y en una de esas conversaciones Pierre le habló de la radioactividad (recién descubierta) y pues Marie decidió hacer su doctorado o la tesis de este en dicho tema.

Un año después nació su hija, Irene, ella sería una gran científica y continuaría el legado de su madre, pero esa es otra historia, el punto es que Marie era tan apasionada que Pierre dejó sus proyectos y se sumó al de su esposa y la ayudó a estudiar el mundo de la radioactividad

Comían muy poco y tenían un equipo muy rudimentario, pero van avanzado cada día.

Descubren que el Uranio desprende rayos, pero no por el hecho de ser Uranio, la razón es otra, y pues Marie investiga aún más y descubre que el Torio también desprende esos “rayos” invisibles.

Poco a poco los Curie, empiezan a enfermar y a sentirse cada día más cansados pero ignoran los síntomas, y tras unos años descubren su primer elemento químico y Marie siendo una mujer que amaba su patria a pesar de todo, lo llama “Polonio”.

Meses después descubren el “Radio” y en un principio pensaban que ambos elementos serían vitales para la lucha contra el cáncer, Marie aún no era consiente de los peligros que la acechan, no dejaba de trabajar pensando que estaba creando un mundo mejor.

No paró a pesar de la fiebre, los vomitos, de las quemaduras y las llagas y para 1898 el matrimonio logra conseguir un gramo de radio puro, usaron casi una tonelada de pechblenda, que es un mineral (ahora llamado Uraninita) el cual los Curie procesaron para obtener dicho elemento

La comunidad científica estaba sorprendida, Curie se había ganado el respeto de todos, los Curie lograron aislar el radio en su estado puro (con el polonio no pudieron ya que dicho elemento vive muy pocos días) pero aún así estaban en la mira de todos.

En sus publicaciones argumentan que las células enfermas y formadoras de tumores, son destruidas rápidamente si son expuestas al radio, y bueno la comunidad científica estaba sorprendida por sus estudios, tanto que a Marie se le ofreció ser catedrática en la normal de París.

La primera mujer en dar clases en la escuela normal superior, y eso le valió mucho reconocimiento, incluso premios económicos, como el “Prix Gegner” que ganó dos veces y cuyo dinero se gastó en extender más y más sus investigaciones.

Era tan admirada que recorrió Europa y Estados Unidos dando conferencias, aunque a veces por ser mujer era menospreciada, por ejemplo, en Londres le prohibieron hablar frente a otros catedráticos (hombres) por ser mujer.

No pasaría mucho para que la comunidad científica, le pidiera ahora sí compartir lo que sabía y Pierre le dijo que era momento de patentarlo, de sacar dinero y provecho de todo, pero Marie se negó y dijo que el conocimiento era de todos, y decidió compartir todo lo que sabía.

No patentó nada, pudo ser millonaria, pero ella jamás quiso lucrar con su conocimiento, y entonces la comunidad científica le respondió de forma impensable, le otorgaron el premio Nobel, sí a ambos, a Pierre y a Marie, pero como sea fue la primer mujer en ganar dicho galardón.

Aunque un poco tuvo que ver su amado esposo, ya que cuando supo que sólo él sería considerado en la nominación, dijo que rechazaría el premio si su esposa no estaba considerada igual que él, la academia sueca aceptó para sorpresa de Pierre y el resto es historia.

De nuevo el dinero del premio (15,000 dólares) lo usó para estudiar más y mejorar su equipo, aunque los Curie se dieron un pequeño lujo, se compraron una tina de baño y nuestra protagonista por fin pudo cumplir uno de sus sueños de la infancia, darse un baño de tina.

Se sabe que Marie Curie, tenía depresión (al menos desde su adolescencia) muchas tragedias no la ayudaron como el aborto que tuvo después del nacimiento de su primer hija (aunque luego tuvo otra niña) pero sería lo que sucedió en 1906 lo que la destrozó por completo.

Una tarde un carruaje golpeó a su esposo y le pasó por encima fracturándole el cráneo mortalmente.

Tras la muerte del amor de su vida, ella no volvió a ser la misma, se aisló de casi todos y se enfocó totalmente en sus hijas y en la ciencia.

El gobierno francés le ofreció una pensión pero ella dijo que era una mujer joven que no la necesitaba, ya que ella podía trabajar y entonces meses después se le ofreció un trabajo, fue la primera mujer en dar clases en La Sorbona de París.

Le entregaron un laboratorio nuevo (que iba a ser para ella y su esposo), muchos jóvenes querían trabajar con ella, era muy admirada y pues 3 años después logra crear un gramo de radio solido y escribe su famoso tratado de radioactividad.

Y entonces ahora sí el mundo se rindió ante ella, en 1911 le dieron el premio Nobel, y así no sólo fue la primera mujer en recibir el premio dos veces, fue la primer persona (hombre o mujer) en ganarlo dos veces y Marie se volvió parte de varias comunidades científicas.

Científicos de Rusia, Suecia, Estados Unidos, por supuesto Francia y muchos países más, buscaban intercambiar correspondencia con esta mujer ganadora del Nobel de química y física, pero todo paró cuando llegó la primera guerra mundial.

Paró para los hombres de ciencia que muchos huyeron de Europa y la guerra, pero Marie no, ella al ver que no había muchos hombres de ciencia, instruyó a 200 mujeres y creó un cuerpo de radiólogas, esas mujeres estaban en el frente de batalla.

Estas unidades móviles llevaban maquinas de rayos X y salvaron incontables vidas, de hecho Marie en persona condujo una ambulancia durante la primera guerra mundial.

Ese tipo de mujer era Marie Curie y era imposible no admirarla.

Y es que ¿Cómo no admirar a una mujer así?, de hecho su hija Irene era su mayor fanática y estaba pegada todo el tiempo a su madre, tratando de aprender todo de ella.

Tras la guerra, en 1921, Maríe es invitada a dar conferencias a EE.UU.

Es recibida como toda una celebridad, el mismísimo presidente de EE.UU. se rindió ante ella y le entregó un gramo de radio luego que mujeres de EE.UU. hicieran una colecta para comprarlo y así demostrarle su admiración, años después su país, Polonia, por fin le reconoció.

Y entonces sí, Marie pudo dejar este mundo en paz, pero su legado no murió, quedó vivo en muchas mujeres, especialmente sus hijas, de hecho Irene, su hija mayor también ganó el Nobel, pero esa es otra historia, el punto es que...

Marie Curie, triunfo en un mundo que no era para las mujeres, pero ella estuvo más allá de eso, cambió el mundo y eso le costó la vida, pero gracias a ella, ayer y hoy hubo muchas pequeñas que saben y supieron que pueden elegir su destino, que saben que...

Es imposible cambiar la historia, pero puedes ir cambiando tu historia, y si dejas de pedirle a la gente que sea mejor y empiezas tú a ser el cambio que quieres ver, eventualmente vas a poder cambiar el mundo.

Fin.