Este hilo es una declaración de amor al cine. Y a los mapas.
Dos formas de arte. Dos maneras de hacernos soñar.
¿Qué sería de la Isla del Tesoro sin el mapa de esa isla?
¿Qué sería de las películas de aventuras sin los mapas de esas aventuras?
De San Francisco a Nepal en medio minuto. Y nosotros viajando con él a través del mapa.
A muchos nos nació el amor por viajar gracias a estas escenas.
Pero el cine había ayudado a nuestra imaginación a viajar a la Luna hacía ya medio siglo.
Probablemente no. Lo que está claro es que, sin estos dos minutos de contextualización cartográfica, la cosa habría sido diferente.
Y para muestra, un botón.
¿Qué mejor forma de señalar el control de las autoridades sobre la ciudad en un contexto de continua amenaza?
Fritz Lang usa el mapa como soporte fundamental del guión. Brutal.
Como ven, la película está en YouTube. Si no la han visto, ya no tienen excusa.
Por ejemplo, los créditos finales de "El origen del Planeta de los Simios", 2011(tranquilo, si has visto la original de Charlton Heston no es que sea un gran spoiler):
El mapa no solo abre la puerta a las posteriores secuelas, sino que sirve de puente a la historia original, y explica el origen de situaciones como esta:
Tenía que ser Chaplin.
Tenía que ser Chaplin.
Cuando vemos una película, viajamos.
Los mapas nos hacen soñar con tierras lejanas.
El cine nos hace soñar con las historias que suceden en esas tierras.
Al final, el mapa y el cine son dos medios de ensoñación. Y eso nos hace mucha falta.